WASHINGTON.- La posibilidad de un proceso de destitución a un presidente, vicepresidente y cualquier cargo público civil está consagrada en el artículo primero de la Constitución de Estados Unidos desde su aprobación en 1789.
Los fundadores de Estados Unidos temían que los presidentes abusaran de sus poderes, por lo que incluyeron en la Carta Magna un proceso para destituirlos. ¡Brillante!.
De acuerdo con la Constitución, el presidente puede ser destituido de su cargo por “traición, soborno y otros delitos mayores y faltas”. Por “delitos mayores y faltas” se entiende la corrupción y los abusos de la confianza pública, en contraposición a las violaciones del código penal.
Esa amplitud del concepto propicia desde entonces un debate interpretativo entre políticos y juristas. Los fundadores del mundo libre incluyeron la potestad y la hicieron recaer en el legislativo para evitar un abuso de poder del presidente o de otros cargos públicos. El castigo de un impeachment es la destitución del cargo.
El expresidente Gerald Ford dijo: “Un delito de impeachment es lo que la mayoría de la Cámara de Representantes (de mayoría demócrata) considera que es un momento dado de la historia”.
No obstante, ningún presidente ha sido destituido como resultado directo de un juicio político. Uno, Richard Nixon, renunció antes de que pudiera ser relevado. Dos, Andrew Johnson y Bill Clinton, salieron bien libados de su juicio al ser impugnados por la Cámara pero no condenados por el Senado.
¿Cómo funciona?
La Constitución concede a la Cámara de Representantes la votación inicial de cualquier proceso de destitución. Si es aprobado por mayoría simple (la mitad mas uno de sus 435 legisladores), el proceso pasará automáticamente al Senado, donde se lleva a cabo un proceso en el que los miembros de la Cámara actúanos como fiscales y los senadores, como jurados. Preside el presidente de la Corte Suprema.
Para condenar y destituir a un presidente se necesita el voto a favor de 67 senadores (dos tercios del total de 100), pero como ya se dijo, esto nunca ha pasado.
La Corte Suprema no puede anular la decisión que adopta el Senado, ya que no es revocable, tampoco por la vía judicial.
¿Puede el Senado negarse a celebrar un juicio?
Existe un debate sobre si la Constitución requiere un juicio en el Senado. La Carta Magna dice que el Senado tiene el “Poder Único para juzgar todos los procesos de destitución”. El Senado estadounidense es controlado por mayoría republicana.
Actualmente las reglas en vigor del Senado requieren un juicio, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch Connell, declaró ya públicamente que permitirá que se lleve a cabo.
Sin embargo, los republicanos podrían trata de enmendar esas reglas, pero tal medida es políticamente arriesgada y se considera improbable, dijeron expertos legales consultados.
¿Quién será presidente de Estados Unidos si Trump es destituido?
Mike Pence, el actual vicepresidente, sería nombrado presidente por lo que resta del actual mandatario, que se extiende hasta el 20 de enero de 2021, eso en el improbable caso que el Senado condenara a Trump.
La última encuesta de Gallup reveló que el proceso de juicio político no ha tenido ningún impacto en la aprobación de Donald Trump. El 50% de los encuestados no cree que Trump deba ser destituido contra un 48% que sí lo ve necesario.