LONDRES.- En los próximos meses Reino Unido llevará a cabo una reforma carcelaria la cual se centralizará en una serie de políticas de incentivos a fin de mejorar la reinserción de los presos en actividades claves.

El plan estará constituido por tres niveles: básico, estándar y superior, y les dará privilegios tales como elegir cuándo ducharse, acceder a ciertas comidas e incluso tener las llaves de sus celdas. Los permisos dependerán del buen comportamiento de cada recluso.

Si bien a medida que el comportamiento mejore los beneficios también, en caso de que los reclusos vuelvan a un comportamiento indecente entonces también se les quitarán los beneficios. De hecho, si caen en el nivel básico se les recortará el presupuesto y les quitarán el acceso a la televisión.

El éxito de este nuevo plan no dependerá 100% de los reclusos, sino que el personal de la prisión deberá tener un comportamiento verbal que fomente el buen trato, también tendrá que promover actividades recreativas que lleven a cambios a largo plazo y mismo evaluar constantemente a los presos.

El objetivo de esta reforma, explicó el secretario de Justicia de Reino Unido, David Gauke, es incentivarlos mantener la estabilidad y mantenerse lejos de una vida delictiva así como también de poder rehabilitarse.