CANBERRA.— Después de años de batalla legal, Julian Assange ha sido liberado de una prisión en el Reino Unido y viajará este martes a una isla estadounidense del Pacífico, donde se declarará culpable ante un tribunal como parte de un acuerdo que le permitirá recuperar su libertad.
El fundador de WikiLeaks, perseguido por las autoridades estadounidenses por divulgar cientos de miles de documentos confidenciales, comparecerá el miércoles a las 09:00 hora local (23:00 GMT del martes) ante un tribunal federal en las Islas Marianas del Norte, según documentos judiciales publicados el martes por la madrugada.
«Julian Assange está libre», anunció WikiLeaks en la red X, confirmando que había salido del Reino Unido y de la prisión de alta seguridad donde estaba detenido desde 2019. La organización informó que Assange tomó un vuelo en el aeropuerto de Stansted y se mostró complacida de que pudiera reunirse con su esposa, Stella Assange, y sus hijos. WikiLeaks, celebrando «el resultado de una campaña mundial», difundió un video de 13 segundos en el que se ve a Assange abordar un avión.
El avión aterrizó en Bangkok hacia las 12:30 (05:30 GMT) para una escala técnica, según periodistas de la AFP. Luego, despegará hacia Saipán, en las Islas Marianas del Norte, hacia las 21:00 (14:00 GMT), según indicó un funcionario tailandés.
Se espera que Assange se declare culpable de «conspiración para obtener y divulgar información relacionada con la defensa nacional», según los documentos, que también mencionan a su cómplice, la militar estadounidense Chelsea Manning, involucrada en la filtración masiva de datos.
Assange podría enfrentar una condena de 62 meses de cárcel, pero debido al tiempo que ya ha pasado en prisión preventiva en Londres, se espera que pueda regresar en libertad a Australia. Su esposa, Stella Assange, expresó «una inmensa gratitud» a quienes han trabajado «durante años» para lograr su liberación. Su madre, Christine Assange, dijo estar «agradecida de que el calvario de mi hijo finalmente esté terminando» y resaltó «la importancia y el poder de la diplomacia secreta».
El gobierno australiano reaccionó diciendo que el caso Assange «se había prolongado demasiado» y que su detención ya no tenía sentido, según un portavoz del primer ministro. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebró la libertad de Assange con un mensaje en X, afirmando que «La Estatua de la Libertad no quedó como un símbolo vacío; está viva y contenta como millones en el mundo».
Este acuerdo pone fin a una saga de casi 14 años, incluyendo siete años de encierro en la embajada de Ecuador en Londres. Se da dos semanas antes de una nueva audiencia clave ante los tribunales británicos, prevista para el 9 y 10 de julio, donde se examinaría el recurso de Assange contra su extradición a Estados Unidos.
Desde 2019, cuando fue detenido en una prisión de alta seguridad en Londres, Assange ha luchado para evitar su extradición a Estados Unidos, que lo acusa de publicar más de 700.000 documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas, especialmente en Irak y Afganistán. Entre los documentos, hay un video que muestra a civiles, incluidos dos periodistas de Reuters, muertos por el fuego de un helicóptero estadounidense en Irak en julio de 2007. El australiano enfrentaba 18 cargos y una posible pena de hasta 175 años de prisión según la Ley de Espionaje.
El gobierno británico aprobó su extradición en junio de 2022, pero en mayo, dos jueces británicos le concedieron el derecho de apelar. Por su parte, Chelsea Manning fue condenada en agosto de 2013 a 35 años de cárcel por un tribunal militar, pero fue liberada después de siete años tras una conmutación de su pena por parte del presidente Barack Obama.
Assange fue arrestado por la policía británica en abril de 2019 después de pasar siete años en la embajada de Ecuador en Londres, intentando evitar la extradición a Suecia por una investigación de violación que fue desestimada ese mismo año. En los últimos años, han aumentado los llamados al presidente estadounidense Joe Biden para que retire los cargos contra Assange. Australia presentó una solicitud formal en febrero, la cual el mandatario demócrata dijo estar considerando.
Emma Shortis, investigadora en asuntos internacionales y de seguridad del grupo de expertos The Australia Institute, comentó a la AFP que tanto en Australia como en Estados Unidos se reconocía que este asunto debía llegar a su fin.