WASHINGTON.- Unos 34 miembros del ejército de Estados Unidos resultaron heridos con distintos traumatismos cerebrales en el bombardeo iraní que tuvo lugar el pasado 8 de enero contra una base militar en Iraq y que contaba con presencia de tropas norteamericanas, informó el Pentágono.
Teherán atacó el centro militar en represalia por la muerte del general Qasem Soleimani, considerado un héroe en la nación islámica, quien falleció días antes a consecuencia de una ofensiva con drones estadounidenses.
“34 efectivos en total han sido diagnosticados con conmociones cerebrales y TBI (lesión cerebral traumática), declaró a periodistas el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman en una conferencia de prensa.
En reacción a esto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que “no considera esto como lesiones graves”.
En un principio, el Pentágono había informado de que el ataque no había causado heridos; pero después de evaluar otra vez a las víctimas, las autoridades identificaron algunos síntomas de contusiones cerebrales debido a la fuerza del impacto de los misiles.
Esto es algo que ya había adelantado la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico, liderada por Washington, que anunció la semana pasada que varios soldados norteamericanos en efecto sí habían resultado heridos en el ataque, aunque sin concretar el número.