WASHINGTON.- Estados Unidos, Francia y el Reino Unido lanzaron más de 100 misiles contra centros de producción de armas químicas, en el primer ataque coordinado de la coalición contra el gobierno de Damasco.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que había anunciado la acción militar al decir que los tres países se habían unido “contra la barbarie y la brutalidad”, aseguró en su cuenta de Twitter que los bombardeos significaron “un ataque perfectamente ejecutado” y que se cumplió la misión. Los objetivos, según Washington, fueron un centro cercano a Damasco para la investigación, desarrollo, producción y prueba de armas químicas y biológicas, un lugar de almacenamiento de armas químicas y otro que guardaba arsenal químico y donde había un puesto de mando, estos dos últimos cercanos a Homs.
La primera ministra británica, Theresa May, confirmó que la acción militar fue “limitada y específica”, al tiempo que explicó su participación a partir de que los servicios de inteligencia británicos corroboraran que el gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, fue culpable del uso de armas químicas en Duma. Dijo, además, que Rusia –garante de la no utilización de gases venenosos en la región– había frustrado los esfuerzos diplomáticos para frenar este tipo de ataques.
El mandatario francés, Emmanuel Macron, aseguró que los ataques se limitaron a golpear instalaciones de armas químicas. París, al igual que Londres, publicó un informe que prueba que el régimen fue culpable del uso de armas químicas en Duma el sábado, atentado que dejó al menos 70 muertos.
Los países occidentales dijeron que los bombardeos finalizaron por el momento. No se informaron víctimas, y las fuerzas aliadas de Damasco indicaron que los edificios afectados por los ataques habían sido evacuados previamente.