BRASILIA.- El congresista Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército que propone como primer medida atacar la criminalidad, sostiene hace tiempo que Brasil está sumida en el caos y que necesita una mano firme que lo estabilice.
El candidato a la presidencia de Brasil que más intención de voto recibe en las encuestas, en un escenario sin Lula da Silva, fue atacado en un acto de campaña en Estado de Minas Gerais. Según el video que se vitalizó en las redes sociales, un hombre armado con un cuchillo lo apuñaló en el abdomen. Bolsonaro fue inmediatamente trasladado al hospital, donde según los médicos se encuentra grave, pero estable, y tendrá que guardar reposo mínimo una semana.
Por el hecho las autoridades brasileñas han detenido a un de 40 años identificado como Adélie Bispo de Oliveira, quien confesó los hechos. Según los primeros indicios el detenido es un fuerte crítico del congresista Bolsonaro en las redes sociales y exmilitante del partido socialista entre 2007 y 2014.
El hecho causó más polarización en un país ya divido. Las señales de la profunda división de la nación también se reflejaron en la vigilia que organizaron los seguidores de Bolsonaro, donde partidarios y detractores intercambiaron insultos y empujones.
Esta no es la primera vez que la violencia alcanza a un político en Brasil este año. En marzo, mientras Lula se encontraba en el sur del país antes de entrar en prisión, los autobuses de su caravana recibieron balazos que no causaron heridos. Ese mismo mes, Marielle Franco, una concejala negra de Río de Janeiro, fue asesinada junto a su conductor y una colaboradora tras acudir a un acto.
Muchos analistas políticos consideran que este hecho le puede dar la presidencia a Bolsonaro, “lo han convertido en un mártir”, “es probable que Bolsonaro utilice el ataque para argumentar que sus oponentes están desesperados y que no tenían otra manera de detenerlo”, aseguró Mauricio Santoro, profesor de ciencias políticas en la universidad estatal de Río de Janeiro.