BRUSELAS.—En el barrio bruselense de Schaerbeek, la policía de Bélgica abatió a un hombre de 45 años disparándole en el tórax durante la noche del lunes.
Este hombre era buscado intensamente debido al atentado perpetrado contra seguidores de la selección de fútbol sueca, dejando dos muertos y un herido en Bruselas.
La ministra del Interior, Annelies Verlinden, confirmó que el individuo, descrito como un «extremista tunecino» por la agencia AP, fue abatido por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, aún no ha sido formalmente identificado por las autoridades. «Tenemos la buena noticia de que encontramos al sospechoso«, declaró Verlinden a la cadena VRT, añadiendo que se ha recuperado el arma utilizada en el ataque.
Videos compartidos en redes sociales mostraron a un hombre vestido con un chaleco anaranjado desplazándose en un scooter y disparando con un arma larga contra un grupo de hinchas suecos. Estos aficionados se preparaban para presenciar el partido entre su selección y el equipo local.
Posteriormente, el atacante los sigue hasta un edificio y vuelve a dispararles. Las autoridades belgas califican esta acción como un ataque terrorista.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, expresa su conmoción: «La pasada noche, tres personas fueron atacadas en lo que se suponía sería un hermoso partido de fútbol». Agrega que este ataque terrorista sacude los cimientos de sus sociedades pacíficas. En una rueda de prensa temprano esa mañana, envía en nombre de Bélgica sus «más sinceras condolencias al pueblo de Suecia».
En respuesta, Bélgica eleva al máximo nivel la alerta de seguridad en Bruselas, incrementando la presencia policial, especialmente alrededor de ciudadanos suecos e instituciones de ese país. Se insta a la población a estar más alerta y a evitar viajes innecesarios. Por su parte, Suecia había emitido previamente alertas de seguridad tras varias quemas del Corán realizadas en el país.
El ministro de Justicia belga, Vincent van Quickenborne, informa el martes que el sospechoso había pedido asilo en Bélgica en noviembre de 2019, sin éxito. Era conocido por la policía por residir ilegalmente en el país y participar en actividades de tráfico de personas. A través de un video, el atacante se identifica como Abdesalem Al Guilani y reivindica su pertenencia al Estado Islámico.
