SANTIAGO.- América Latina sufre más que la presión internacional por minerales, cuya extracción al costo que sea están alterando ecosistemas y tensiones cada vez más la convivencia local.
Así lo advirtió el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) en un análisis de 10 países de la región.
La entidad sostiene que “la profundización del modelo productivo mundial de bienes, ampliado con la participación de China, pone en jaque el suministro de materias primas que deben sostener una producción y consumismo altamente insustentable”.
El organismo plantea que el cambio tecnológico que lidera el norte “pone sus ojos” en los recursos mineral del sur global “América Latina es un polo de concentración en esta tendencia”, como lo muestra por ejemplo la electromovilidad. Para este proceso son necesarios el litio y el cobalto, sostiene el informe de 112 páginas.
“Es preciso señalar que la minería de litio en los salares altoandinos de Argentina, Bolivia y Chile no está exento de riesgos socioambientales por la inminente destrucción de ecosistemas complejos, frágiles e insuficientemente estudiados”, que incidirán en que “su valor para la humanidad quedará para siempre fuera del saber humano”.
OCMAL expone cómo la conflictividad socioambiental ha ido en incremento poniendo en jaque la “aparente estabilidad institucional empresarial y comunitaria”. A la vez, esta mayor cantidad de conflictos por extracción de minerales es respondida con “criminalización, represión, y violencia por parte de gobiernos y empresas mineras”.
Asimismo, resalta el documento, que la conflictividad socioambiental por minería va acompañada crisis hídrica, afectación de páramos y cabeceras de cuenca, destrucción de glaciares, cambio climático y pérdida de condiciones de vida y sustento para las comunidades locales.
OCMAL asegura que “por mas evidencias que se generan en criticar el extractivismo minero y se demuestre que la actividad minera empobrece nuestros pueblos, mayor es la inesistencia de gobiernos de todas corrientes para sostenerlo y profundizarlo”.
En ese sentido, recordó la alerta hace unos años de Naciones Unidas sobre una “multimillonaria evasión tributaria minera” a partir de casos de África y Chile.
En muchos casos los graves episodios de contaminación en Chile son asociados a la minería y que han traído problemas e salud a la población. En El Salvador surge un movimiento pro defensa del agua frente al avance de la minería transnacional en la frontera.