Aumenta demanda de energía por desaceleración industrial

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PEKÍN.-  En medio de una cada vez más clara desaceleración industrial en China, los datos de esta semana exponen importaciones récord de petróleo y gas natural que evidencian a un país en un pico de crecimiento de la demanda de energía con una sed que se apaga a medida que se profundiza la ralentización. 

El consumo récord de China tanto de petróleo como de gas natural licuado (GNL) en 2018 consolidó su estatus como el mayor importador de crudo del mundo y el segundo de GNL. 

Sin embargo, al comenzar este año, la disputa comercial con Estados Unidos le está pasando la cuenta de cobro. 

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal planificador económico de China, advirtió de que la presión económico afectará el mercado laboral. 

El anuncio sale a la luz un día después de que datos mostraron un aumento del desempleo y que el crecimiento en la segunda economía más grande del mundo se enfrió a su ritmo más lento en 28 años

“La preocupación por la guerra comercial han reducido las expectativas de crecimiento global y con ello viene una menor demanda de energía”, señaló Alfonso Esparza, analista de la corredora de futuros Oanda.

En ese sentido, pocos analistas esperan una recesión total en China este año. Sin embargo, en medio de señales de desaceleración en la actividad de fábricas que comenzaron a afectar la demanda de gas natural en el cuatro trimestre de 2018, los datos apuntan hacia una desaceleración. 

Los envíos de busques cisterna de GNL a China llegarían a poco más de 5 millones de toneladas en enero, en comparación con las 6,4 millones de toneladas de diciembre, de acuerdo a los datos de seguimiento de naves de Retinitis, limitados no solo por temperaturas invernales, sino también por la demanda industrial.

Los envíos de enero serían los más bajos en un año pese al programa de China para que millones de hogares y fábricas dejen de usar carbón contaminante para producir gas natural más limpio. 

Asimismo, las ventas de automóviles en China cayeron por primera vez en más de dos décadas en 2018, dijo a comienzos de enero la principal asociación de la industria automotriz del país, cayendo un 2,8 por ciento respecto del año anterior. 

Además, el crecimiento  de la inversión inmobiliaria en diciembre se desaceleró en 2018, los bienes raíces son un motor económico clave de China y la construcción es la fuente de gran parte de la demanda por diésel del país.