FRONTERA TURCO-GRIEGA.- Las autoridades griegas utilizaron gases lacrimógenos este sábado para hacer retroceder a los cientos de miles de migrantes que intentaban cruzar la frontera desde el lado turco.
“La situación es muy dramática”, reportó la periodista Julia Hahn, corresponsal de la agencia DW en Turquía, que se encontraba en el lugar de los hechos. La reportera también indicó que las fuerzas griegas usaban gases mientras que los migrantes se encontraban algunos a punto de desmayarse.
1000s of migrants/refugees today again flock to Turkish-Greek border near Edirne. Crowd is growing by the hour.
You can see in this video by @egemengok_ that there are no guards on Turkish side.
People walking freely into no man’s land only to be blocked by Greek border guards. pic.twitter.com/bZo4fxFWTT
— Jenan Moussa (@jenanmoussa) February 29, 2020
El presidente de Turquía, Recep Tayyib Erdogan, reafirmó que su país mantendrá abiertas sus fronteras con Europa para permitir que crecen los migrantes, y reprochó a la Unión Europa su supuesta inacción y falta de ayuda para ayudar a su país en la acogida de extranjeros.
“No vamos a cerrar las puertas”, dijo el mandatario. También aseguró que 18.000 migrantes habían llegado a Turquía con la intención de cruzar hacia Europa desde el viernes, una cifra que es imposible de verificar.
El éxodo saltó después del bombardeo en la ciudad siria de Idlib que costó la vida a 33 soldados turcos, ataque que llevó al portavoz del gubernamental partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), Omer Celik, al señalar que Turquía ya podía detener a los refugiados.
En ese sentido, la tensiones entre Rusia y Turquía crecieron desde la muerte de los 33 militares turcos en bombardeos atribuidos por Turquía al régimen de Bashar Al Asad, apoyado militarmente por el gobierno ruso.
Erdogan aseguró este sábado que las fuerzas sirias “pagarán el precio” de sus ataques contra el ejército turco y explicó que le pidió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que se aparte del camino de Turquía en Siria.