CANBERRA.—El gobierno de Australia anunció una inversión de 3.800 millones de dólares australianos (2.509 millones de dólares estadounidenses) en la modernización de sus bases militares en el norte del país durante los próximos cuatro años.
El objetivo principal de esta medida es aumentar la capacidad de proyección de Australia en la región del Indopacífico y mejorar su poder disuasorio en una región cada vez más conflictiva y estratégica.
Según el ministro de Defensa, Richard Marles, el dinero se utilizará para mejorar la capacidad de las pistas de aterrizaje y las plataformas de las bases aéreas septentrionales, así como el suministro y almacenamiento de combustible, la capacidad de alojamiento de soldados y la seguridad.
El plan también se enfoca en optimizar la capacidad de las fuerzas armadas en las operaciones costeras en los espacios terrestres y marítimos de la costa norte australiana y en su capacidad de «ataque a largo alcance».
La inversión también proporcionará apoyo a las Fuerzas Aéreas en operaciones de vigilancia, defensa, ataque y transporte aéreo. La medida se suma a otras recientes anunciadas por el gobierno, como la fabricación de misiles guiados en los próximos dos años y la adquisición de más sistemas de ataque de largo alcance para aumentar su precisión.
Estas medidas forman parte de un plan más amplio de reforma de la defensa en respuesta a la «era de los misiles«, la guerra cibernética y los peligros más allá de las fronteras de Australia.
El plan surge a raíz de la Revisión Estratégica de la Defensa, que recomendó con urgencia la modernización de la red de bases, puertos y cuarteles australianos, como el de las islas Cocos en el noroeste del país o la de Darwin, donde se produce la rotación de 2.500 marines estadounidenses.