LATAM.- América Latina y el Caribe sufrirá “un shock de proporciones históricas”, con una reducción de su crecimiento de entre el 1.8% en un escenario moderado y del 5.5% en el más extremado debido al impacto de la pandemia del coronavirus, según el Informe Macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El organismo financiero hemisférico también prevé en su documento que el coronavirus conllevará el mayor desafío económico desde la Gran Depresión Mundial.
“Nuestra región va a sufrir un shock de proporciones históricas”, dijo el economista jefe del BID, Eric Parrado.
El BID espera un 1,6% de recuperación del crecimiento regional para este 2020, pero indicó que ese panorama cambió “radicalmente” como resultado de la crisis humanitaria y económica provocada por el COVID-19, reportado en China a finales de diciembre pasado.
Para evitar, la propagación de la enfermad, los países de América Latina y el Caribe han adoptado fuertes medidas de contención, que suponen una paralización parcial de la actividad económica y conllevarán “una pérdida significativa” de su Producto Interno Bruto (PIB), dijo el informe.
Además, el organismo aseguró que el daño económico de la región se extenderá en 2021 y 2022 si los gobiernos no implementan, desde ya, programas que busquen amortiguar el golpe de la emergencia sanitaria.
Entre las economías que se verán más afectadas, el reporte subrayó “un grave impacto” en México dada “su estrecha asociación con los Estados Unidos, su alta integración en la cadena global de valor”, y los bajos precios del petróleo que “repercutirán en su posición fiscal”.
Otros que encaran una difícil situación son Ecuador, por su “perfil exportador de petróleo”, sus “necesidades de financiamiento relativamente altas” y “no poder utilizar el tipo de cambio como amortiguador debido a su economía dolarizada”.
El BID puso a disposición de países de la región hasta 12.000 millones de dólares en 2020 para ayudar a las naciones a superar el impacto del coronavirus, mientras que el BID Invest, su ala privada, cuenta con 5.000 millones adicionales.
“Los países necesitan salvar vidas, asegurando el distanciamiento social y otorgando recursos necesarios a sus sectores de salud. Medidas complementarias y temporales pueden apoyar a las economías durante el cierre parcial y organizado”, dijo Parrado, haciendo un llamado a “preservar el corazón productivo” de la región.