WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró el anuncio del Departamento de Justicia sobre una nueva revisión de los documentos de los atentados del 11 de Septiembre de 2001, informó la Casa Blanca.
“Celebro la presentación de hoy del Departamento de Justicia, que se compromete a realizar una nueva revisión de los documentos en los que el Gobierno ha hecho valer previamente los privilegios, y hacerlo lo más rápidamente posible”, dijo Biden.
La semana pasada, el senador Bob Menéndez anunció que los funcionarios de los servicios de inteligencia norteamericanos tendrían que revisar y desclasificar los documentos sobre cualquier implicación del Gobierno de Arabia Saudita o de cualquier individuo de ese país en los atentados, en virtud e la Ley birpartidista de Transparencia del 11-S.
“Como prometí durante mi campaña, mi Administración se compromete a garantizar el máximo grado de transparencia conforme a la ley y adherirse a la rigurosa orientación emitida durante la administración Obama-Biden sobre la invocación del privilegio de secretos de Estado”, manifestó el actual presidente en una declaración.
“En ese sentido, doy la bienvenida a la presentación de hoy del Departamento de Justicia, que se compromete a realizar una nueva revisión de los documentos en los que el Gobierno ha afirmado privilegios anteriormente, y hacerlo lo más rápido posible”, agregó.
El anuncio del mandatario estadounidense se produce cuando se enfrenta a la presión de casi 1.800 familiares de las víctimas del atentando terrorista para que no se presente a los actos de conmemorativos del vigésimo aniversario de los ataques si no se divulgan los documentos que pueden incriminar a Arabia Saudita, aliado estratégico de Washington.
El pasado viernes las familias se quejaron de “haber sido utilizadas como monedas de cambio político durante dos décadas”, y agregaron que, antes del vigésimo aniversario del próximo 11 de septiembre, “nuestra paciencia se ha agotado”.
Quince de los 19 secuestradores que estrellaron cuatro aviones de pasajeros contra el complejo de edificios World Trade Center, el Pentágono y un campo rural en Pensilvania eran de nacionalidad Saudí.