WASHINGTON.— Las autoridades estadounidenses abrieron una investigación después de la muerte de al menos 51 migrantes que, pese a un calor asfixiante, viajaban hacinados en el remolque de un camión en Texas, una tragedia que el presidente Joe Biden atribuyó a los traficantes de personas.
La oposición no tardó en achacarle parte de la responsabilidad de este drama a Biden, uno de los peores en la historia del país, acusándolo de no aplicar una política firme en la frontera. En ese sentido, el gobernador de Texas apuntó directamente contra el mandatario estadounidense.
El espeluznante hallazgo se produjo el lunes por la noche, cuando un empleado de la ciudad de San Antonio escuchó una llamada de auxilio cerca de una carretera donde estaba trabajando y abrió la puerta trasera del camión.
Los socorristas retiraron 46 cadáveres y 16 personas «conscientes», incluidos cuatro niños, que fueron trasladados a hospitales cercanos, según el jefe de bomberos, Charles Hood.
Después de un día con temperaturas que rondaban los 40 grados, «los pacientes que vimos ardían al tacto, sufrían de golpes de calor, agotamiento por el calor, ya que no había indicios de agua en el vehículo», añadió. El número de muertos aumentó a 51 este martes -39 hombres y 12 mujeres-, declararon las autoridades a la prensa.
El proceso de identificación llevará varios días. Entre los hospitalizados figura un adolescente en estado crítico, agregaron.
Según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, 22 de los muertos son de México, siete de Guatemala y dos de Honduras. «Es una tremenda desgracia», afirmó.
AMLO comentó que el tema de la migración será «central, básico, a tratar» cuando se reúna con Biden el 12 de julio en Washington. Es una «amarga prueba» de la necesidad de apoyar políticas que busquen el desarrollo para que la gente no tenga que salir de sus lugares de origen.