WASHINGTON.- Joe Biden, presidente de Estados Unidos, buscará una extensión de cinco años del pacto del nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Tratado START) que pone límite a los arsenales nucleares estadounidense y ruso, según reporta Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca.
Recién instalado, el gobierno de Biden desde ya quiere evitar una nueva carrera nuclear, pero dejó en claro que no busca una “restauración” de las relaciones como las que de variadas formas intentaron todos los inquilinos de la Casa Blanca posteriores a la Guerra Fría.
El tratado, que limitó a 1.550 el número de ojivas nucleares de las dos potencias, expirará el 5 de febrero y no había podido ser renovado luego de que las conversaciones se estancaran bajo el gobierno de Donald Trump.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de EEUU, planea comunicar la propuesta de extender el tratado al embajador ruso en territorio estadounidense, Anatoly Antonov, según indicó un funcionario estadounidense no identificado a The Washington Post.
Probablemente, la medida será bien recibida tanto por Rusia como por los aliados de Estados Unidos, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exhortó a los dos países a extender el tratado y luego ampliarlo.
“No debemos encontrarnos en una situación en la que no exista un acuerdo que limite el número de ojivas nucleares. Se nos acaba el tiempo”, afirmó el secretario general de la OTAN.
Asimismo y en señal de que la propuesta no se trata de un cheque en blanco para Rusia Psaki también dijo que la nueva jefa de inteligencia, Avril Haines, abrirá una investigación sobre el posible envenenamiento del activista Alexéi Navalny, sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones y sobre si el Kremlin estuvo detrás del ciberataque masivo contra la empresa SolarWinds.
Psaki dijo que Washington también investigará el supuesto pago de recompensas de Rusia a extremistas afganos por matar soldados estadounidenses.
El enfoque de Biden es totalmente distinto al de Trump, quien proclamó su afecto por Putin en varias ocasiones aún cuando su gobierno rompió los restantes acuerdos sobre control de armamento con Rusia.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos con concluyeron que Rusia operó a favor de Trump en las elecciones de 2016, lo que incluyo la manipulación masiva y organizada de las redes sociales.