WASHINGTON.- El ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año podría definirse por los resultados de unos pocos estados clave. Los llamados bisagra o péndulo.
¿Puede Joe Biden conseguir los apoyos suficientes para llegar a la Casa Blanca? ¿O logrará Donald Trump su segundo mandato?
Como las elecciones son indirectas, la carrera se centra en llegar a los 270 votos electorales.
El voto popular elige alcaldes, gobernadores, senadores y representantes a la Cámara, mientras que es el Colegio Electoral es el que escoge al presidente de Estados Unidos, en ocasiones, saltándose la voluntad popular. Acá les presentamos las claves del voto para los comicios del martes 3 de noviembre.
Al presidente no lo elige el pueblo con su voto, lo hace un selecto grupo de 538 delegados escogidos por los partidos políticos al que se le llama Colegio Electoral. Personas que se comprometen a votar como lo indica la mayoría en cada estado, aunque no están en la obligación de así hacerlo.
En el 2000, por ejemplo, Al Gore, ganó el voto popular por cerca de 500.000 votos y aún así perdió la elección contra George W.Bush, quien obtuvo la mayoría de los votos en los colegios electorales y fue electo presidente.
En 2016, para no ir tan lejos, Hillary Clinton perdió la carrera presidencial a pesar de haber ganado el voto popular contra Donald Trump por más de tres millones de votos.
Así entonces, los más de 90 millones de estadounidenses que ya han votado anticipadamente y cerca de los 200 millones que lo podrían hacer este martes, votarán en realidad por delegados electorales que elegirán por ellos el próximo presidente.
Es 270 la cifra clave para ser presidente de EE.UU
De un total de 538 votos electorales que están en juego en los 50 estados, la cifra clave para ganar la presidencia es de 270 votos.
El candidato que primero logre este número es el que llega a La Casa Blanca, independientemente de lo que pase con el voto popular.
El número de delegados electorales de cada estado es asignado proporcionalmente a su población. Es por este motivo que estados como Nueva York, Texas, California y Pensilvania tienen más número de delegados.
Dichos delegados electorales son elegidos cada cuatro años por los partidos políticos en sus respectivos estados. Normalmente se hace durante las convenciones de cada partido y los procesos de selección varían en cada estado. Usualmente, estas personas son legisladores estatales, líderes de los partidos y grandes donantes.
Lo particular de este sistema electoral es que el candidato que gane el voto popular en cada estado gana la totalidad de los delegados electorales de ese territorio.
Es decir, si en California un aspirante a la Casa Blanca gana el voto popular por dos millones de votos, la totalidad de los votos electorales/delegados, que en el caso de California son 55, van para ese candidato.
La diferencia en el voto popular puede ser tan solo un 0,1% o 537 votos como pasó en Florida en el 2000 y el ganador se lleva todo, el perdedor se queda sin ningún voto electoral, así millones de personas hayan votado por él o ella.
La regla aplica en 48 de los 50 estados, a excepción de Maine y Nebraska donde la repartición de los votos electorales/delegados se hace en proporción al voto popular de cada candidato.
El profesor Akhil Reed Amar, docente de derecho y ciencias políticas de la Universidad de Yale explica que el sistema electoral es como un partido de tenis. “Se trata de ganar sets. Se trata de ganar cierto número de sets para ganar el partido, no de la cantidad de games o puntos ganados”.
¿Qué pasa si hay un empate?
Como el total de votos electorales es de 538, un número par, un empate es posible. Si los dos candidatos sacan 269 votos/delegados entonces la decisión de elegir un nuevo presidente va a la Cámara de Representantes donde cada estado cuenta por un voto.
Hoy en día, los republicanos tienen mayoría en 26 estados y los demócratas en 22. De mantenerse la mayoría republicana y en caso de un empate, el próximo presidente sería Donald Trump. Sin embargo, el martes también habrá elecciones al Congreso y las mayorías en el legislativo estarán sujetas a cambios.
A dos días de las elecciones el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, aventaja al presidente Donald Trump por 7,8 puntos porcentuales en la intención de voto a nivel nacional, según el portal Real Clear Polítics.
La ventaja del aspirante demócrata se mantiene en la recta final de la campaña, con los dos candidatos haciendo mitines en los estados que decidirán las elecciones.
Al final, muchos votos no terminan contando porque cuando se pierde la mayoría del voto popular en un estado, se pierden todos los votos electorales. Es por este motivo que algunos críticos del sistema electoral estadounidense sostienen que la mayoría no está representada y que esto desincentiva el voto en estados donde la inclinación política hacia los demócratas o los republicanos está muy definida.
Por ejemplo, Alabama vota casi siempre candidatos republicanos, un voto demócrata será prácticamente un voto perdido. Lo mismo ocurre con el voto republicano en Vermont o Nueva York, estados históricamente demócratas.