NAIPYIDÓ.- La oficina de Naciones Unidas en Birmania condenó este martes la violencia ejercida por la Policía en respuesta a las manifestaciones contra el golpe de Estado de la semana pasada.
Continúan las manifestaciones en Birmania a pesar de la represión policial. pic.twitter.com/HaNxOWso7H
— No soy Paquito (@fran_morenog84) February 10, 2021
En varias ciudades, como la capital, Naipyidó, o Mandalay, la segunda ciudad por número de habitantes, entre otras, las autoridades usaron cañones de agua para tratar de dispersas a los protestantes y que terminaron heridos.
Asimismo, hay reportes de la prensa local de disparos con munición real contra las personas en la capital, con al menos dos heridos de extrema gravedad y decenas de detenidos.
Cuando ya había caído la noche, una decena de agentes de seguridad irrumpieron la sede de La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de la Nobel de paz y líder de facto del país hasta el golpe, Aung San Suu Kyi, que permanece detenida.
Ola Almgren, coordinador de la ONU en Birmania, condenó en un comunicado el uso “desproporcionado” de la violencia y dijo haber recibido informes de que “numerosos manifestantes” resultaron gravemente heridos.
Miles de personas, jóvenes en su mayoría, participaron en las protestas, que fueron sin embargo menos masivas que en los días precedentes, después de que el lunes el ejército prohibiese la reunión en público de más de cinco personas.
El jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, pidió a los birmanos que permanezcan “unidos como país” y que se fijen “en los hechos y no las emociones”, al justificar el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado 8 de noviembre.
El líder golpista aseguró que hubo al menos 10 millones de votos fraudulentos, el 25% del total, alegaciones que son rechazadas por la LND y la Comisión Electoral, incluso desde antes del golpe.