Blinken viaja a Israel por alto al fuego en Gaza

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FRANJA DE GAZA.— El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viaja este viernes a Israel para presionar por un acuerdo de tregua en Gaza antes del voto en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución de Washington, reclamando un «alto el fuego inmediato».

En Catar, los mediadores en este conflicto también trabajan para alcanzar un acuerdo de tregua de seis semanas entre Israel y Hamás, además de la liberación de rehenes tomados por el grupo islamista y un aumento de la ayuda humanitaria para Gaza.

Pero los enfrentamientos continúan en la Franja de Gaza, especialmente en el hospital Al Shifa, el más importante del territorio situado en Ciudad de Gaza.

Las fuerzas israelíes afirman haber matado allí a más de 140 combatientes palestinos y arrestado más de 350 desde comienzos de semana.

«La operación en el hospital Al Shifa continúa. Es la operación en la que hemos capturado a un mayor número de terroristas desde el inicio de la guerra«, dijo el jueves el portavoz del ejército, Daniel Hagari.

Además, Israel mantiene en pie su plan de lanzar un asalto terrestre a la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, donde se hacinan millón y medio de personas, en su mayoría desplazados.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asegura que una ofensiva sobre esta ciudad ubicada en la frontera con Egipto es necesaria para acabar con el «último bastión» del movimiento islamista.

En su sexta gira por Oriente Medio desde el inicio de la guerra, Blinken dijo desde Egipto que una gran operación contra Rafah sería «un error» y que «hay mejores medios de enfrentar la amenaza» de Hamás.

El secretario de Estado señaló también que «las brechas se están reduciendo» en las negociaciones para una tregua. «Es difícil lograrlo, pero creo que es aún posible», afirmó.

En paralelo a estas conversaciones, Estados Unidos presentó un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir un «alto el fuego inmediato vinculado a la liberación de los rehenes».

El texto, consultado por la AFP, destaca «la necesidad de un alto el fuego inmediato y duradero para proteger a los civiles de todas las partes y permitir el suministro de ayuda humanitaria».

Aliado histórico de Israel, Estados Unidos había vetado hasta ahora varias resoluciones en la ONU que reclamaban un alto el fuego, estimando que esto hubiera beneficiado al movimiento islamista Hamás.

Pero ante el coste humano de la guerra y la amenaza de hambruna en Gaza, Washington aumenta la presión sobre Israel para alcanzar una tregua y evitar una ofensiva terrestre sobre Rafah.

Los países de la Unión Europea también instaron a Israel a abstenerse de asaltar Rafah y reclamaron una «pausa humanitaria inmediata» en el conflicto.

Se sumaron el viernes Australia y Reino Unido, aliados de Estados Unidos e Israel, que declararon en un comunicado «la urgencia de un cese inmediato de los combates en Gaza».

La guerra estalló el 7 de octubre con el ataque de comandos de Hamás que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP con base en datos oficiales israelíes.

También secuestraron a unas 250 en el sur de Israel. De ellas, unas 130 siguen en Gaza, de las cuales 33 habrían muerto, según las estimaciones israelíes.

En respuesta al ataque, Israel prometió «destruir» Hamás y lanzó una operación aérea y terrestre contra la Franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista desde 2007.

Hasta ahora, 31.988 personas murieron en Gaza debido a esta operación, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Sanidad de este territorio.