QUITO.— El cierre del puente internacional de Rumichaca, en la frontera entre Ecuador y Colombia, está generando pérdidas diarias estimadas en US$ 1.9 millones, según los analistas económicos.
Óscar Ruano, del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador en la Zona 1, señaló que las exportaciones e importaciones, actualmente suspendidas, son las más afectadas.
Ruano, exgobernador de la provincia de Carchi, explicó que Ecuador pierde US$ 700,000 al día en exportaciones y US$ 1,200,000 en importaciones. Además, sectores relacionados como el transporte de carga internacional, transporte público, cambio de moneda, hotelería y restaurantes, también están siendo afectados.
Los comerciantes en Tulcán, que venden productos como sardina, atún, arroz, azúcar, aceite, huevos y gaseosas a varias poblaciones fronterizas colombianas, se quejan de que 200 vehículos con estos alimentos no pueden cruzar la frontera.
Cargamentos de camarón, banano, café, mango, aguacate, cebolla y otros productos destinados a Colombia están retenidos en Tulcán, mientras que tractocamiones con artículos de limpieza, piezas de vehículos y materias primas para la industria ecuatoriana no pueden salir de Ipiales hacia Tulcán.
Hasta la noche del martes 2 de julio, no se habían logrado avances significativos en las negociaciones entre los transportistas y el gobierno colombiano. Édison Mena, presidente de la Asociación de Camioneros de Colombia en Ipiales, indicó que la protesta continuará hasta que el presidente Gustavo Petro atienda sus demandas, entre las que se incluye la oposición a un segundo peaje en la carretera Ipiales-Pasto y el paso directo de mercancías, destacando que el cargue y descargue en Tulcán e Ipiales genera ingresos para ambas ciudades.
Mena también expresó preocupación por las constantes paralizaciones en Cauca, que han afectado el transporte de carga y pasajeros 50 veces en lo que va de 2024. La noche del lunes 1 y la mañana del martes 2 se permitió el ingreso de 25 buses con pasajeros colombianos y dos unidades con viajeros ecuatorianos que estaban varados en Ipiales.
Lucía Pozo, gobernadora de Carchi, inició conversaciones con representantes del gremio de transportación pesada de Ipiales para permitir el paso de 52 tractocamiones ecuatorianos con carga perecedera en riesgo de dañarse, buscando establecer un corredor humanitario en casos excepcionales. Enfermos de ambos países han tenido que cruzar la frontera en sillas de ruedas para recibir atención en Tulcán o Ipiales.
Pozo indicó que se están coordinando acciones con las cancillerías y presidencias de ambos países para establecer un diálogo y facilitar el paso de transportistas de carga y turistas. Los propietarios de 52 camiones demandan pasar hacia Colombia, ya que los productos que transportan corren riesgo de dañarse, incluyendo 22 camiones con banano, 10 con atún y sardina, y 20 con mercancía no perecedera.
Édison Mena confirmó que se elevará la solicitud a los altos directivos para atender las demandas de las autoridades ecuatorianas. La circulación peatonal entre Ecuador y Colombia es normal. En Ipiales, se restringió la venta de combustibles y se aplica el sistema Pico y Placa, mientras que en Tulcán se activaron operativos para evitar el contrabando. Amílcar Pantoja, alcalde de Ipiales, expresó preocupación por la reactivación de pasos informales entre Ipiales y Tulcán, donde ecuatorianos están siendo asaltados y robados.
Pantoja lideró operaciones de control con la Policía colombiana para escoltar caravanas de vehículos ecuatorianos y colombianos que cruzan la frontera. Se recomienda viajar durante el día debido a la peligrosidad de estos pasos en la noche. En Carchi, los comandantes de las fuerzas del orden se reunieron en la Gobernación para fortalecer la seguridad en la frontera.