Bolivia acude a las urnas este domingo, un año después

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Un año después de los fallidos comicios que derivaron en una grave crisis, Bolivia vota con la incertidumbre de si se reafirma la democracia o habrá una nueva convulsión.

LA PAZ.- El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) renunció a pocas horas de las elecciones presidenciales al nuevo sistema computarizado de conteo rápido de votos, comunico el presidente de ese órgano, Salvador Romero.

El novedoso sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre), presentado antes por el TSE, fue criticado por el candidato presidencial Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales.

Sus críticas se basan en la demora en la publicación de las fotografías de las actas electorales. Según las nuevas reglas, las fotos podrían publicarse solo después de su verificación en los centros de procesamiento de datos.

No obstante, el presidente del TSE aseguró que el conteo de votos se efectuará conforme a la ley de una manera segura y transparente.

Un año después de los comicios que derivaron en la peor crisis social y política de la historia reciente, el país transandino acude a las urnas con la incertidumbre de si se reafirmará la democracia o habrá una nueva convulsión.

Las últimas horas transcurrieron con cierta polémica en la llegada de delegaciones de América y de Europa para acompañar la jornada electoral. Un incidente con un diputado argentino enardeció la jornada de este sábado, entre nuevos llamados a la calma para evitar una crisis política y social como la del año pasado.

Después de casi un año de interinidad de la mandataria provisional Jeanine Áñez, el temor de los ciudadanos a un nuevo estallido de violencia, los llevó a a acaparar comida y combustible. Productos esenciales que tras la crisis social del 2019 escasearon.

La polémica desde este pasado viernes está en torno al órgano electoral de Bolivia que tiene autorizadas misiones internacionales de observadores como las de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), mientras que el Ejecutivo transitorio denuncia que varias de estas delegaciones no son veedores acreditados sino invitados del MAS.

Incluida una de Podemos, partido de la coalición gobernante de España y cercano al MAS de Morales durante sus casi catorce años de gobierno.

Morales, que desde Argentina dirigió la campaña electoral del MAS, denunció en redes sociales ante la comunidad internacional episodios como este del diputado argentino, defendiendo que los observadores internacionales son garantía de transparencia electoral, pues su partido cuestionó desde siempre el sistema de resultados.

Morales hizo un llamado a la tranquilidad, un pedido que ha llegado incluso al nivel del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, que se ha sumado en una breve declaración a las voces que instan a respetar el resultado, que en Bolivia puede tardar varios días.

Los comicios del pasado 20 de octubre de 2019 fueron anulados entre denuncias de fraude de Evo Morales, que había sido decorado vencedor para un cuarto mandato seguido y que siempre ha defendido su victoria lícita, mientras un año después sigue el proceso judicial que investiga qué paso se fatídico día.

El MAS lidera los sondeos pero con la duda de si ganará en primera vuelta, ha anunciado que tendrá su propio sistema de cómputo, tras cuestionar que se haya eliminado un paso como la fotografía de las actas de votación y que las urnas vayan a ser custodiadas por militares, además de policías.

El Tribunal Supremo Electoral estableció para este domingo dos franjas horarias para asistir a los centros de votación, y se hará a través del último número de documento de identidad. Del 0 al 4 lo harán desde las 08:00 horas a 12:30 horas y del 5 al 9 irán desde las 12:00 horas a 17:00 horas.

El TSE publicó la lista de las personas que están habilitadas e inhabilitadas para ejercer el voto. Más de siete millones de bolivianos están llamados a las urnas este 18 de octubre para renovar el Gobierno y el Parlamento, en la culminación de un largo proceso con el que se intenta reponer el orden constitucional tras la crisis de octubre de 2019.