LA PAZ.- Karen Longaric, canciller boliviana, envió una nota de protesta a su homólogo argentino, Felipe Solá, por las persistentes declaraciones del expresidente boliviano Evo Morales, refugiado en Buenos Aires sobre la situación política interna y el manejo de la pandemia de COVID-19 por parte de la Administración de Jeanine Áñez.
La canciller boliviana remitió a Buenos Aires una “nota haciendo una representación muy clara, categórica y muy respetuosa, de la sorpresa que tiene el gobierno de Bolivia (que Morales) pueda estar expresándose de temas políticos y que comprometen a la seguridad del país”.
La canciller hizo el anuncio ante una consulta sobre las declaraciones diarias de Morales, a través de Twitter, en las que critica algunas decisiones del Gobierno de Áñez o hace sugerencias sobre el manejo de la pandemia.
En una protesta previa ante el Gobierno argentino, la Cancillería boliviana había afirmado que las declaraciones incendiarias del líder indígena sobre política interna violan normas internacionales referidas al refugio y al asilo.
Morales acusó a Jeanine Áñez de no tomar las medidas pertinentes para frenar la expansión del coronavirus en el país transandino.
Lamento la insensibilidad del gobierno que no permite que nuestros hermanas y hermanos, muy humildes, muchos jornaleros que han perdido por la pandemia su trabajo en Chile, ingresen a #Bolivia. pic.twitter.com/VmpdHNa2uN
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) April 13, 2020
El gobierno de facto debe disponer que la línea aérea estatal BoA organice vuelos solidarios y gratuitos para transportar hasta #Bolivia, con normas de bioseguridad, a los compatriotas que se hallan en situación de emergencia en Iquique. pic.twitter.com/FlO1c11PSC
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) April 13, 2020
Además, Morales llamó a las autoridades de su país a destinar la Casa del Pueblo, la moderna sede de gobierno de 29 pisos, a los afectados por la crisis sanitaria.
Ante estas palabras, la jefa de la diplomacia boliviana afirmó que Morales “no está en la mejor posición de dar consejos a nadie”.
Unos 1.700 personas bolivianas serán repatriadas desde Chile tras un acuerdo entre los dos gobiernos, luego de que decenas de ellos protestaran la semana pasada en la frontera al ser impedidos de regresar a su país.
Las declaraciones del exmandatario boliviano han generado fricciones entre Buenos Aires y La Paz. En enero, Morales aseguró ante la mirada estéril del Gobierno Argentino, que si volviera a su país impulsaría la formación de “milicias armadas”, aunque luego se retractó ante el llamado de atención del Ejecutivo de Alberto Fernández.
Sobre Morales pesa una orden de detención, tras ser acusado de sedición y terrorismo por el gobierno transitorio.