Bolivia sin dólares: los motivos detrás del fenómeno

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LA PAZ.— En medio de la pugna por la candidatura presidencial del Movimiento al Socialismo, el presidente Luis Arce enfrenta una escasez de dólares, derivada de caídas en las exportaciones y la necesidad de reformas estructurales.

Falta un año y medio para que Luis Arce, presidente de Bolivia, concluya su mandato. Aunque legalmente puede buscar la reelección, ha sido expulsado de su partido en octubre pasado. Por lo tanto, su gobierno está trabajando para despejar el camino electoral de obstáculos y presenta una imagen optimista del país.

Hace una semana, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, anunció que en abril, Bolivia registró una inflación anual del 1,31%, la segunda más baja de América Latina.

Estas cifras favorables parecen brindar un respiro al oficialismo boliviano, que enfrenta la fragmentación del Movimiento al Socialismo (MAS) entre la facción de Arce y la que apoya al expresidente Evo Morales, ahora su rival más feroz.

Sin embargo, la solidez de las finanzas bolivianas es engañosa: la escasez de dólares es grave y el desgaste del tipo de cambio fijo es evidente. Si se liberalizara, la inflación se dispararía a cifras mucho menos amigables y Arce, una vez reconocido como el arquitecto del «milagro económico boliviano» durante su mandato como ministro de Economía en el gobierno de Morales, podría sufrir un golpe a su popularidad de cara a las elecciones de 2025.

La falta de dólares ha sido un problema persistente para Bolivia, y parece que el gobierno ha actuado con negligencia al respecto. La caída de las exportaciones, especialmente de gas, ha reducido la capacidad del gobierno para acumular reservas. A pesar de esto, el gobierno ha consumido las reservas internacionales sin implementar medidas para revertir esta tendencia.

Las calificadoras de riesgo han rebajado la calificación crediticia del país, lo que refleja su preocupación por la gestión económica. Además, la caída en la demanda internacional de hidrocarburos ha exacerbado la dependencia de Bolivia de las importaciones. La falta de divisas afecta a todos los sectores económicos del país.

Algunos sugieren que Bolivia debería adoptar un tipo de cambio flotante para resolver la escasez de dólares, pero esto podría provocar una mayor volatilidad en la economía. Otros abogan por incentivar las exportaciones y diversificar la economía para reducir la dependencia de los hidrocarburos.

En resumen, Bolivia enfrenta una crisis económica compleja que requiere medidas urgentes y estratégicas para evitar un mayor deterioro. La gestión de esta crisis será un factor crucial en las próximas elecciones y determinará el futuro político de Luis Arce.