BRASiLIA.- Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se burló este jueves de las presiones de los partidos opositores que buscan su destitución y descalificó a sus promotores al asegurar que “no tienen nada qué hacer.”
En su habitual transmisión por las redes sociales de los jueves, Bolsonaro hizo alusión al pedido de juicio político en su cuenta con miras a su destitución, el cual fue presentado por once partidos progresistas y varios movimientos conservadores que apoyaron al presidente en su momento.
Sobre estos últimos, los tildó de “ingratos” y “traidores”, para luego aseguró que tiene el apoyo de la “mayoría del Parlamento”, por lo que ningún pedido para sacarlo del poder prosperará.
“Vean las acusaciones. Dicen que soy un genocida, que no uso máscara o que paseo en moto” con cientos de personas, dijo el presidente en alusión a sus incumplimientos de las normas sanitarias contra el COVID-19, que ya mató a más de 520.000 personas en Brasil y cuya gravedad minimiza.
Según Bolsonaro, quienes promueven la destitución, que le acusan de 23 delitos, muchos vinculados a su gestión frente a la crisis sanitaria, “son los mismos que quieren que vuelvan quienes estaban antes”.
En ese sentido, el mandatario brasileño advirtió que no cederá la presidencia a un eventual sucesor “si hay fraude” en las elecciones del año próximo. Algo que parece improbable siendo su Gestión la organizadora del evento democrático.
“Estoy avisando con antelación a los jueces del Tribunal Supremo. Yo entre la banda presidencial a cualquiera que me gane en las urnas de forma limpia, pero con fraude no”, aseguró Bolsonaro.
Desde hace meses, el líder conservador defiende que se cambie el actual sistema de urnas electrónicas por el voto impreso, porque en su opinión hay cabida para el fraude, a pesar de que el sistema es seguro y se usa sin problemas desde hace más de 20 años.