LONDRES.- A pesar de la defensa enfática y encendida de Boris Johnson, primer ministro británico, la controversia en torno a Dominic Cummings, poderoso consejero político de Johnson, se está transformando en un ariete contra el gobierno en un momento bastante delicado.
A Cummings se le acusa de haber violado la cuarentena impuesta por el coronavirus y de comportarse con soberbia por encima de la ciudadanía.
El asesor más cercano a Johnson se negó a renunciar este lunes, alegando que no había hecho nada malo al conducir 400 kilómetros desde Londres para conseguir cuidado para su hijo, mientras los británicos se les pidió que se quedaran en casa para luchar contra el COVID-19.
Dominic Cummings se ha enfrentado a llamados de legisladores, obispos de la Iglesia de Inglaterra, policías y científicos para que renuncie por su viaje al condado de Durham, al norte de Inglaterra, que según ellos ha dañado la confianza de los ciudadanos en los mensajes de salud pública.
“Hice lo que creía que era correcto”, dijo Cummings durante una extraordinaria reunión televisada en La Rosaleda el 10 de Downing Street, la residencia oficial de Boris Johnson.
La decisión de Johnson de apoyar a un hombre del que depende su principal estrategia ha llevado a que se cuestione su criterio, pues los críticos dicen que el episodio apunta a que las reglas y normas no se aplican a las personas con un cargo.
“No, no he ofrecido renunciar. No lo he considerado”, aseguró Cummings.
Con una cifra de muertos cerca a los 43.000, Gran Bretaña es el país más afectado de Europa y el gobierno ya había estado bajo presión por su manejo de la pandemia antes de que la noticia de Cummings saliera a la luz el pasado viernes.
La polémica evidenció la importancia de Cummings para Johnson, un hombre clave para salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Cummings aseguró que emprendió el viaje después de saber que Johnson había dado positivo a COVID-19. Su esposa ya estaba enferma y temía que si él también se contagiaba no habría quien cuidara a su hijo.
Así que decidió ir y quedarse en un cabaña aislada en la granja de su padre para que su sobrina de 17 años pudiera cuidar de su hijo si era necesario. Cummings de todas maneras enfermó allí, al igual que su hijo que estuvo brevemente en el hospital.