LONDRES.- El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, declaró este jueves que, antes de solicitar a la Unión Europea una nueva prorroga del Brexit, preferiría “estar muerto en una cuneta”.
Johnson lo dijo en un acto oficial, donde insistió en que, con el retraso de la salida de Reino Unido de la UE, «no se conseguirá absolutamente nada”. “¿Cuál es el objetivo de conseguir otro retraso?”, se preguntó el premier. De ser postergado, esta sería la cuarta vez que el Brexit es aplazado, desde un referéndum celebrado en 2016.
Este jueves, el gobierno tory (Partido Conservador) anunció una votación en la Cámara de los Comunes para llamar a elecciones, tras no lograr el quórum el miércoles en un primer intento de moción a favor de votar el 15 de octubre.
Con esta, Johnson perdió ya dos votaciones, una en la que la cámara rechaza el Brexit sin acuerdo, y la otra, en la pedía elecciones anticipadas. En Gran Bretaña quien convoca a elecciones es el Parlamento, no el primer ministro, y se precisa una mayoría de los dos tercios de la Cámara. Mayoría que no tiene.
El Brexit no solo consiguió polarizar a los británicos, sino que partió al medio al Partido Conservador, e incluso a la familia de Boris Johnson. Su hermano, Jo Johnson, de 47 años, secretario de Estado de Empresas, Energía y Estrategia Industrial dimitió este jueves, en desacuerdo con el arranque de su hermano para lograr a toda costa la salida de la Unión Europea el 31 de octubre.
Por otra parte, Johnson arremetió contra el líder de la oposición Jeremy Corbyn, al afirmar que sus dudas sobre la convocatoria a elecciones anticipadas, frente al estancamiento por el Brexit, son “un insulto cobarde a la democracia”.
El premier británico insiste en considerar el texto contra el “no deal” aprobado en los Comunes como la “ley de rendición”, concebida para “dar vuelta el resultado del mayor ejercicio democrático de nuestra historia, el referéndum de 2016”.