BRASILIA.- Brasil alcanzó, por primera vez en su historia, el nivel de 31,6 homicidios por 100.000 habitantes. La tasa, registrada en 2017, corresponde a 65.602 homicidios en aquel año y revela la premura de acciones efectivas para revertir el aumento de la violencia.
Es lo que apunta el Atlas de la Violencia 2019, producido por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública, divulgado este miércoles.
El estudio identificó dos fenómenos en el país: mientras más estados reducen la tasa de mortalidad violenta, hay un fuerte crecimiento en el Norte y el Nordeste.
En 2017, las tasas de homicidios por 100 mil habitantes fueron bastante heterogéneas en el país, variando de 10,3 en San Pablo a 62,8 en Río Grande en el Norte. Hubo una disminución en el Sudeste y en el Centro-Oeste, estabilidad en el Sur y crecimiento acentuado en el Norte y el Nordeste.
El estado que representó un mayor crecimiento en el número de homicidios en 2017 fue Ceará, que registró alza del 49,2% y alcanzó el récord histórico de 5.433 muertes violentas intencionales, causadas por armas de fuego, droga ilícita y conflictos interpersonales.
Los datos de Atlas de la Violencia también revelan otra tendencia preocupante: el aumento en los últimos años de la violencia letal contra públicos específicos, incluyendo negros, población LGBTI y mujeres.
Los investigadores compararon estos datos con información del Sistema de Información de Agravios de Notificación (SINAN), del Ministerio de Salud, y encontraron un mismo resultado cualitativo. En más del 70% de los casos, los autores del crimen son del sexo masculino, mientras que la mayoría de las víctimas son homo o bisexuales del sexo femenino.