SAN SALVADOR.- Nayib Bukele ganó la presidencia de El Salvador por un amplio margen sobre su principal detractor, con su promesa de combatir la corrupción, la violencia y la pobreza convirtiéndose en el presidente más joven del país.
Bukele, un exalcalde y empresario de corte izquierdista, logró un 53.79% de apoyo con el 44.31% de los votos procesados, mientras que Carlos Calleja, dueño de la cadena de supermercados más grande del país, obtenía el 31.62%; unos resultados “irreversibles”, según el árbitro electoral.
El candidato oficialista, el excanciller Hugo Martínez, se posicionó en bastante alejado tercer lugar con el 13.77% de los votos y así llegó el fin de una década del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en el poder.
Descendiente de palestinos, Bukele supo capitalizar el descontento hacia los dos partidos tradicionales con su lema: “el dinero alcanza cuando nadie roba”.
Durante la contienda electoral prometió acabar con la impunidad a través de una comisión internacional contra la corrupción y propuso impulsar proyectos de infraestructura con la esperanza de contener el éxodo de migrantes hacia Estados Unidos, donde se estima que vive uno de cada cuatro salvadoreños.
Bukele, asumirá el cargo en junio para un mandato de cinco años, deberá hacer frente a las políticas migratorias impulsadas por Washington y heredero un país con un menguante crecimiento económico y con una de las tasas más altas de homicidios del mundo.
Y es que la polarizada economía salvadoreña no ha logrado crecer más del tres por ciento anual desde hace una década, mientras el país se encuentra envuelto en una espiral de violencia, liderada por las temibles “maras salvaturchas”, organizaciones internacionales de pandillas dedicadas al tráfico de drogas, extorsión entre otros delitos.
Tras conocerse los resultados, Jean Manes embajadora de EEUU en El Salvador, felicitó a Bukele y a quien ocupará su vicepresidencia, el académico y jurista Félix Ulloa.