BERLÍN.- El gobierno alemán quiere crear su propia industria de gas natural licuado para así desligarse de de Rusia, quien solventa sus necesidades energéticas en un 60%.
Estos dos países se encuentran en un periodo de tensión política. La ministra de Economía y Energía, Beate Baro, dijo que se aceptarán «todas las iniciativas que apoyan una mayor diversificación del suministro de gas, ya sea de diferentes regiones o de diferentes medios de transporte de gas» algo que la canciller alemana, Angela Merkel, respalda.
Entre las opciones que se barajan respecto a lo que Alemania hará para lograr su industria y dejar de depender de Rusa, está construir terminales en el mar del Norte y el mar Báltico para importar Gas Natural Licuado (GNL) los Países Bajos, Polonia y Bélgica.
La coalición que gobierna el país se formó hace poco días y uno de los primeros acuerdos fue establece una agenda energética la cual incluye el desarrollo de la industria del GNL durante los próximos cuatro años.
Las empresas alemanas que trabajan en cooperación con Rusia importando gas, por el momento, podrán continuar con sus actividades de manera regular.