WASHINGTON.—Una reciente encuesta realizada por el Centro de Política de la Universidad de Virginia refleja cambios en la percepción de la democracia, la libertad de expresión y la violencia política en los Estados Unidos.
En medio de la profunda crisis institucional que atraviesa el país, se observa un declive en el apoyo a conceptos que a menudo se consideran valores fundamentales de la nación.
El estudio, publicado este mes, revela que aproximadamente un tercio de los seguidores del expresidente estadounidense Donald Trump están de acuerdo con la afirmación de que «la democracia ya no es un sistema viable» en un país intensamente polarizado y que «EEUU debería explorar formas alternativas de Gobierno para garantizar la estabilidad y el progreso». Casi una cuarta parte de los seguidores del presidente Joe Biden respaldó esta declaración.
Además, un número significativo de partidarios de ambos candidatos se mostró a favor de la idea de que los estados azules o rojos, de acuerdo con sus creencias políticas, «se separaran de la unión para formar su propio país independiente». Según la encuesta, el 41% de los seguidores de Trump y el 30% de los seguidores de Biden apoyan esta propuesta.
La encuesta concluye que la intensa polarización política es el motor detrás de estas creencias, ya que el 47% de los seguidores de Trump considera que el Partido Demócrata representa «una amenaza para el modo de vida estadounidense», mientras que el 52% de los seguidores de Biden tiene la misma percepción de los republicanos. Incluso una parte significativa de los seguidores de ambos candidatos respalda la idea de utilizar la violencia política como respuesta para frenar los objetivos del partido contrario.
El jurista Rick Hasen calificó estos resultados como «realmente preocupantes» debido al apoyo a propuestas consideradas autoritarias o inconstitucionales.
En cuanto a la libertad de expresión, se observa que un considerable número de seguidores de ambos candidatos apoyan la regulación o restricción de «opiniones consideradas discriminatorias u ofensivas». El 47% de los seguidores de Biden y el 35% de los seguidores de Trump creen que el Gobierno debería encargarse de esta tarea. Además, algunos incluso están de acuerdo en que es necesario «limitar ciertos derechos, como la libertad de expresión, para proteger los sentimientos y la seguridad de los grupos marginados».
A pesar de la polarización, existen áreas de mayor consenso en cuestiones políticas. Por ejemplo, el 56% de los seguidores de Biden cree que «toda la riqueza por encima de un cierto límite debe ser redistribuida para abordar la desigualdad de ingresos», mientras que el 39% de los seguidores de Trump comparte esta opinión.
Esta pérdida de fe en el concepto de democracia se produce después de décadas de política económica neoliberal aplicada con el apoyo de ambos partidos en los Estados Unidos. El multimillonario capitalista de riesgo y donante político conservador, Peter Thiel, ha opinado que la «democracia capitalista» es un «oxímoron» que ha priorizado la política económica neoliberal en detrimento de los principios democráticos.
