ANKARA.- En el juicio, iniciado en agosto de 2017, hay un total de 475 acusados, entre ellos 25 generales y miembros de alto rango de la cofradía islamista del predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados, y al que Turquía acusa del golpe.
En total 27 personas fueron declarados culpables de “intento de derrocar el orden constitucional”, “tentativa de asesinato del presidente” y “homicidios voluntarios”.
Entre las personas condenadas figuran pilotos que bombardearon sitios emblemáticos de la capital turca, como el Parlamento y edificios institucionales, así como oficiales que dirigieron la intentona desde la base militar de Akinci.
Cuatro civiles, entre ellos el empresario Kemal Batmaz, fueron condenados a 79 cadenas perpetuas agravadas.
La cadena perpetua agravada conlleva condiciones de detención mucho más estrictas, y ha reemplazado en el arsenal jurídico otomano a la pena de muerte, que fue abolida en 2004.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, acusa al predicador Fethullah Gülen de ser el orquestador del golpe, quien reside en Estados Unidos y niega cualquier implicación.
Desde el fallido golpe las autoridades acosan de forma incesante a los partidarios de Gülen y han llevado a cabo purgas sin precedentes en la historia moderna de Turquía.
Miles de personas han ido a la cárcel y más de 140.000 destituidas o suspendidas de sus cargos o funciones por sospechas o por simpatizar con Gülen.