PEKÍN.— El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, denunció en una reunión con su par libanés, Abdallah Bou Habib, los «ataques indiscriminados» contra los civiles, especialmente tras las explosiones de equipos de comunicación de miembros del grupo islamista Hezbolá.
«Prestamos una atención particular a la evolución de la situación regional, en particular a las recientes explosiones de equipos de comunicación en Líbano, y estamos firmemente opuestos a los ataques indiscriminados contra civiles», dijo Wang en un encuentro bilateral en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU, según un comunicado de su ministerio difundido este martes.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió que el conflicto entre Israel y el grupo libanés Hezbolá amenaza con sumir a Oriente Medio en una «guerra total».
«Puedo decir que estamos casi al borde de una guerra total», declaró el diplomático, que iba a participar más tarde en una reunión de los países del G7 al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Los intensos ataques israelíes contra Hezbolá mataron el lunes a 492 personas en Líbano, entre ellas 35 niños, según las autoridades libanesas, que vivieron su día más mortífero en casi un año de intercambios de disparos entre ambos bandos al margen de la guerra en Gaza.
El alto representante de la UE volvió a pedir un alto el fuego a lo largo de la Línea Azul (la línea de demarcación entre Israel y Líbano desde el 2000), así como en la Franja de Gaza, y subrayó que los civiles «están pagando un precio intolerable e inaceptable».
«Ha llegado el momento de hacer algo. Todo el mundo debe hacer todo lo posible para detener esto», dijo, reconociendo el fracaso de los esfuerzos diplomáticos hasta la fecha para detener la guerra en Gaza.