BARCELONA.- El Gobierno catalán firmó un decreto el cual limitó la actividad del sector de los vehículos de turismo con conductor (VTC) al que Uber y empresas similares pertenecen.
El decreto estableció que entre la contratación y la prestación del servicio debe transcurrir un mínimo de 15 minutos. Además, brindó a ayuntamientos metropolitanos la legitimidad para gestionar las diferentes modalidades de servicios urbanos de transporte, pero siempre bajo la condición de que los vehículos con licencia VTC cumplan esta regla.
De este manera el Gobierno cumplió una demanda histórica de los taxistas, quienes no quieren que la inmediatez de su servicio compita de igual a igual con la de los coches privados y, en la actualidad, las aplicaciones que lo brindan. La medida también prohíbe que los VTC circulen en búsqueda de nuevos clientes y como así tener activada la geolocalización antes de que el usuario contrate el servicio.
Con esta regulación, las autoridades catalanas pusieron punto final a una huelga indefinida iniciada por los taxistas pero ahora deberán lidiar con otra problemática: las compañías que operan con licencias VTC anunciaron que despedirán cerca de mil trabajadores al entender que la nueva regulación impide el desarrollo de su actividad. Cabify y Uber confirmaron que dejarán de operar en Barcelona.