PEKÍN..— Las catástrofes naturales, como inundaciones, sequías y temperaturas extremas, le costaron a China 93.160 millones de yuanes (12.830 millones de dólares) en el primer semestre del año, afectando a casi 33 millones de personas, según informó el gobierno.
El país sufrió fuertes nevadas, 22 terremotos significativos, incluido uno de 7,1 grados en Sinkiang, deslizamientos de tierra y aludes en las regiones suroccidentales, así como inundaciones en el río Amarillo y las provincias del sur.
Estas calamidades provocaron la muerte o desaparición de 322 personas y el realojo de emergencia de 856.000, además de la destrucción de 23.000 viviendas y el daño en 3,17 millones de hectáreas de cultivos.
La cantidad de personas afectadas es menor en comparación con los 48,76 millones del primer semestre de 2023, cuando 95 personas murieron o desaparecieron. Sin embargo, el impacto económico fue más severo este año, con pérdidas de 38.230 millones de yuanes, las más altas desde 2019, según el Ministerio de Gestión de Emergencias.
Los efectos del cambio climático han sido evidentes en China, con temperaturas extremas y precipitaciones cada vez más impredecibles.
El gobierno ha destinado 4.170 millones de yuanes para la gestión de desastres este año, incluidos 546 millones en junio para la producción agrícola y asistencia en catástrofes.
Según Shen Zhanli, portavoz del ministerio, las intensas nevadas y lluvias en el sur del país, así como las rápidas sequías en el norte, han afectado gravemente la vida de los habitantes. Las sequías afectaron a 1,29 millones de personas y cubrieron hasta 6,2 millones de hectáreas de tierras agrícolas, aunque las pérdidas fueron mitigadas por mejores sistemas de riego en las zonas afectadas.
Con la temporada de inundaciones estivales acercándose, el ministerio advirtió que los riesgos han aumentado significativamente, subrayando la necesidad de mayor responsabilidad en la prevención y mitigación de desastres.