PARÍS.- Catorce países de la Unión Europea (UE) dieron este lunes una especie de “acuerdo de principio” para darle paso a la iniciativa franco-alemana para el desembarco y repartición de refugiados rescatados en el mar Mediterráneo, de los cuales ocho ya tiene participación activa, señaló el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
En el contexto de la reunión de cancilleres y ministros del Interior de la Unión Europea, Macron se refirió a la crisis migratoria que vive Libia, y de refugiados de otras naciones que sufren una dura situación humanitaria en su camino para llegar al viejo continente.
Macron exhortó a las autoridades libias a no encerrar a los migrantes y velar por su seguridad, en cooperación con la Organización para las Migraciones (OIM) y otras entidades.
También convocó en sus declaraciones a la prensa a relanzar el programa de la OIM, la Unión Africana y la UE destinado a facilitar el regreso “voluntario y acompañado” de refugiados en suelo libio a sus países de origen.
“Europa no puede ser a la carta cuando se trata de solidaridad. No podeos tener Estados que digan: No queremos Europa cuando se trata de compartir la carga, pero sí cuando se trata de fondos estructurales”, sentenció Macron, en clara alusión a los países europeos que rechazan acoger a migrantes y refugiados.
En la misma línea de Macron, el alto comisionado del ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados), Flippo Grandi. “Por supuesto que estamos animando a Europa a que siga adelante con el establecimiento del mecanismo de solidaridad compartida para los refugiados. Nosotros, llevamos hablando de este mecanismo durante mucho tiempo. Ahora está siendo reafirmado y eso es muy importante”.
Sin embargo, la agresiva respuesta desde Roma no se hizo esperar vía Twitter, en su tono habitual el ministro del Interior Matteo Salvini tuiteó: “Italia ha levantado la cabeza, no obedece órdenes y no es una “dama de compañía”. Si Macron quiere hablar sobre los inmigrantes, que venga a Roma”.
De igual manera y casi en paralelo con la reunión, Turquía anunció que suspende el acuerdo de readmisión de migrantes cerrado con la UE en 2016, en respuesta a las sanciones dictadas por Bruselas contra Ankara por sus exploraciones de gas en las frontera con Chipre.
El encargado de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, hizo el anunció en una entrevista, en la que atribuyó la decisión a las sanciones y a que la UE no levantó aún la exigencia de visados para los ciudadanos turcos.
Macron anunció que 14 naciones de la UE apoyaron la propuesta de su país y Alemania para la acogida solidaria de migrantes que llegan por el Mediterráneo, en particular los que hacen embarcaciones frágiles obligadas a estar a la deriva al no encontrar puerto.
Asimismo, el presidente francés se lamentó por la ausencia de algunos miembros clave del Bloque europeo en una reunión que debía debatir la propuesta de Berlín y París, que enfrenta oposición férrea de Italia, Hungría y Polonia.