SANTIAGO.— Chile celebra este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales en un clima marcado por la inseguridad y la migración irregular, dos temas que dominaron la campaña y que abrieron un escenario favorable para el retorno de la derecha al poder. Los sondeos proyectan una contienda abierta, con al menos cuatro postulantes disputando el pasaje al balotaje del 14 de diciembre.
Las encuestas ubican al ultraderechista José Antonio Kast (Partido Republicano) y a la candidata oficialista Jeannette Jara (Unidad por Chile), exministra de Trabajo del presidente Gabriel Boric y militante comunista, como los principales aspirantes a la segunda vuelta.
Sin embargo, las postulaciones de la centroderechista Evelyn Matthei (Chile Vamos) y del ultraderechista Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) podrían modificar el tablero a último momento.
“La derecha logró articular un bloque más amplio y movilizado, y aunque el resultado de la primera vuelta sigue abierto, en el balotaje tiene mayor capacidad para sumar apoyos”, señaló a esta agencia la politóloga Javiera Arce, de la Red de Politólogas de Chile. La experta advirtió que el país atraviesa un “ciclo conservador” similar al de otras regiones, con prioridades centradas en el orden y la seguridad.
El debate público se concentró en el avance del crimen organizado y su vínculo con la migración irregular. En 2024 se registraron 1.207 homicidios, un alza del 176% en diez años, mientras que un informe de Gallup reveló que el 61% de los chilenos no se siente seguro al caminar de noche.
Los candidatos compiten con propuestas de mano dura: Kast busca criminalizar el ingreso clandestino y reforzar el apoyo a víctimas; Matthei propone cámaras con reconocimiento facial, deportaciones masivas y más infraestructura carcelaria; Kaiser plantea restablecer el servicio militar obligatorio y crear campos de detención para migrantes irregulares; mientras que Jara promueve empadronamiento biométrico y mayor vigilancia fronteriza.
La inmigración representa hoy el 8,8% de la población, con un 20% en situación irregular, según el Censo 2024.
Pese a que la economía mostró señales positivas —crecimiento del 3,2% en septiembre, desempleo a 8,5%, informalidad en baja e inflación moderada—, el Gobierno no logró instalar estos indicadores en la campaña. “Esta no es una economía que se esté cayendo a pedazos”, dijo recientemente el exministro de Hacienda Mario Marcel.
La elección será inédita: por primera vez habrá voto obligatorio con inscripción automática, lo que introduce incertidumbre en la proyección de resultados. Unos 15,7 millones de chilenos están habilitados para votar, incluidos 160.935 residentes en el extranjero y 885.940 migrantes.
Además de la presidencia, se renovarán 23 de los 50 senadores y los 155 diputados de la Cámara Baja. Si ningún candidato supera el 50% más uno de los votos, los dos más votados se enfrentarán en segunda vuelta el 14 de diciembre. El próximo presidente asumirá el 11 de marzo de 2026 por un periodo de cuatro años.
