China aboga por estabilidad en frontera con Birmania

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Birmania

PEKÍN.— China llama a Birmania a mantener la paz en la frontera común. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció este lunes que instó a Birmania a colaborar con Pekín para «preservar la estabilidad» en su frontera compartida.

Esta solicitud se realizó durante la visita oficial a Birmania de Nong Rong, asistente del Ministro de Relaciones Exteriores de China, quien mantuvo reuniones cruciales con altos funcionarios de Naipyidó, incluyendo al Viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores, U Soe Thaung.

La visita de tres días, que tuvo lugar del 3 al 5 de noviembre, subrayó la importancia de la relación bilateral y la colaboración en temas relacionados con la seguridad y el desarrollo.

Durante las conversaciones, Nong expresó el deseo de China de que Birmania «recupere la estabilidad y el desarrollo a la mayor brevedad».

China instó a Birmania a resolver sus diferencias mediante el diálogo y dentro del marco de su Constitución y leyes.

Además, enfatizó la relevancia de la colaboración entre China y Birmania para mantener la estabilidad en la frontera compartida y garantizar la seguridad de los ciudadanos chinos en la región.

La visita del funcionario chino tuvo lugar después de que en los últimos días la Alianza de la Hermandad, compuesta por tres influyentes grupos rebeldes que operan en el noreste de Birmania, llevara a cabo ataques en posiciones del Ejército en el estado de Shan, que colinda con China.

Esta alianza, que está compuesta por el Ejército Arakán (AA), el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA) y el Ejército para la Alianza Democrática de Birmania (MNDAA), llevó a cabo una ofensiva coordinada el viernes contra diversos objetivos y bases militares en ciudades cercanas a la frontera con China.

China y Birmania comparten una frontera de 2,129 kilómetros, y Pekín ha incrementado su influencia en el país tras el golpe militar. Sin embargo, su relación con el Ejército birmano es complicada debido a las históricas alianzas étnicas, económicas y militares que algunas facciones rebeldes mantienen con la segunda economía más grande del mundo.