BEIGING.- Las autoridades chinas aseguraron haber desarticulado 1.082 grupos mafiosos que operaban en el país asiático desde el inicio del año, informó este lunes la agencia de noticias Xinhua.
Un total de 11.8929 funcionarios de todos los niveles de la administración fueron acusados de estar vinculados a estas mafias, lo que llevó a “castigos disciplinarios o administrativos” para 8.288 de ellos y la puesta a disposición judicial de 1.649.
La ofensiva lanzada por Pekín contra el crimen organizado en enero de 2018 ha hecho asimismo que las fuerzas de seguridad incauten cerca de 1.620 pistolas hasta este 31 de diciembre.
Las cifras oficiales revelan que entre enero y noviembre, China registró un descenso de los crímenes en los que se utilizaron armas de fuego en un 27,6% respecto al año pasado, mientras que los cometidos con explosivos y los asesinatos en general se redujeron en un 29,1% y 6,3%, respectivamente, comparados con 2017.
Las cifras difundidas por la agencia estatal Xinhua describen también cómo 1.141 cargos municipales fueron expulsados de sus puestos por vínculos criminales.
Las autoridades han intensificado los esfuerzos para comprobar las actividades de los funcionarios rurales. Está previsto que la campaña antimafia china continúe por dos años más.
Xi Jinping, presidente de China, ha lanzado una campaña anticorrupción en la que se comprometió a eliminar tanto a los “tigres” de alto nivel como a las “moscas” de bajo perfil en un intento por purgar al Partido Comunista de la Corrupción desenfrenada.