PEKÍN.— China intensificó esta semana la compra de soja a Argentina después de que el país sudamericano suspendiera de forma abrupta los impuestos a la exportación, dejando de lado a los agricultores estadounidenses que normalmente dominan el comercio en esta época del año.
Los importadores chinos ampliaron sus compras a por lo menos 35 cargamentos, frente a un registro previo de 20 embarques, según personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas porque no están autorizadas a hablar con la prensa. La mayoría de los cargamentos están programados para ser embarcados en noviembre, añadieron.
China ha cambiado el enfoque de sus compras agrícolas en los últimos años y ahora depende principalmente de Brasil para la mayoría de su soja, que se tritura para producir aceite de cocina y alimento para animales. El mayor importador mundial suele recurrir a los suministros estadounidenses entre octubre y febrero, tras la cosecha en EE.UU., mientras el nuevo ciclo agrícola brasileño aún está en crecimiento para su recolección en marzo.
Pero al 11 de septiembre —casi dos semanas después del inicio de la nueva campaña comercial en EE.UU.— China no había reservado ni un solo cargamento estadounidense. Es la primera vez que ocurre desde que hay registros en 1999, según datos del Departamento de Agricultura de EE.UU.
La Asociación Estadounidense de la Soja instó al presidente Donald Trump a asegurar un “acuerdo inmediato” con China tras los reportes de las compras argentinas. En un comunicado emitido el miércoles, el grupo advirtió que “la economía agrícola está sufriendo”.
Los cargamentos argentinos equivalen a más de 2,27 millones de toneladas. La mayor importación mensual de soja de China desde Argentina había sido de alrededor de 2,23 millones de toneladas en julio de 2015. Sin embargo, no hay garantía de que todos los embarques reservados se concreten.
Algunos de los cargamentos también se reservaron para envío el próximo año a partir de la nueva cosecha argentina, dijeron las fuentes. Los compradores incluyen a molinos chinos estatales y privados, así como a grandes casas comerciales nacionales y extranjeras, agregaron.
El lunes, Argentina anunció la suspensión temporal de los impuestos a la exportación de cultivos, incluida la soja, con el fin de impulsar la oferta de dólares en el mercado cambiario y aliviar la presión sobre el peso. La medida iba a durar hasta el 31 de octubre o hasta que las ventas agrícolas alcanzaran los 7.000 millones de dólares, un umbral que se cumplió el miércoles.