FRÁNCFORT.- Christine Lagarde, la primera mujer que dirigió el Fondo Monetario Internacional (FMI), será también la primera fémina al frente del Banco Central Europeo (BCE), puesto que ocupará el 1 de noviembre.
Lagarde sustituirá a Mario Draghi, quien durante ocho años llevó el timonel del BCE.
La futura presidenta, según expertos, continuará con la política de su antecesor, y su experiencia y amplia trayectoria le permitirá mantener la credibilidad del BCE y agilizar la reforma de la eurozona justo en un tiempo en que afloran las divisiones internas.
Aunque la designación o elección Lagarde es segura, la decisión final se tomará el 12 de septiembre, cuando el Consejo de Gobierno del BCE, dé el visto bueno definitivo al nombramiento de la francesa.
Lagarde, con un amplio recorrido en retos de materia financiera, abogada y política, de 63 años de edad, tendrá ante sí numerosos desafíos, además de haber abierto el camino a las mujeres en los organismos financieros internacionales.
Según expertos, Lagarde desea un BCE ágil, capaz de adaptarse con más velocidad al volátil entorno macroeconómico. Sin embargo, ella misma advirtió que estará vigilante de los posibles efectos secundarios del gestión de liquidez.
Lagarde recordó que el BCE no es omnipotente, con lo que el esfuerzo de la institución debe ir acompañado de artillería desde las capitales. Sin mencionar a Alemania, envío un recado a Berlín para que aumente el gasto público, un mensaje que ya lanzó sin éxito desde su sillón en el FMI.