BRASILIA.— Hace una semana, el sur de Brasil sufrió los embates de un ciclón extratropical que ha tenido devastadoras consecuencias.
Según las autoridades, hasta la fecha se han registrado 46 personas fallecidas, 46 desaparecidas, 924 heridas y más de 340,000 personas afectadas por este fenómeno climático.
El último comunicado emitido por la Defensa Civil de Río Grande do Sul, el estado más afectado que comparte frontera con Argentina y Uruguay, ha elevado la cifra de ciudades afectadas por este fenómeno meteorológico de 88 a 93.
En las últimas horas, a pesar de que el número de personas desaparecidas se mantiene en 46, se han hallado tres cuerpos adicionales que no figuraban en la lista original. Además, cinco nuevas localidades afectadas han informado de más damnificados, sumando un total de 700 heridos. Con esto, el número de heridos ha aumentado de 224 a 924.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su preocupación ante la magnitud del desastre durante su participación en la Cumbre del G20 en India, señalando que eventos climáticos de esta envergadura han afectado diversas regiones del mundo.
El último informe indica que el ciclón ha impactado a un total de 340,918 personas, de las cuales 25,284 se han visto obligadas a abandonar temporal o permanentemente sus hogares debido a las inundaciones.
El fenómeno ha sumergido a varias ciudades y las inundaciones han provocado deslizamientos de tierra, destrucción de puentes, carreteras y otras infraestructuras, así como daños extensos en los cultivos.
El vicepresidente Geraldo Alckmin, quien está asumiendo interinamente la presidencia debido al viaje de Lula a India, visitó las regiones afectadas y anunció la asignación de recursos por valor de 741 millones de reales (aproximadamente 148.2 millones de dólares).
Parte de estos fondos se destinarán a proporcionar ayuda a las personas afectadas, con 800 reales (unos 160 dólares) por persona damnificada y 4,600 reales (unos 920 dólares) por familia agricultora afectada.
El Gobierno brasileño ha desplegado un equipo de 900 personas, incluyendo socorristas, profesionales de la salud y trabajadores sociales, para brindar asistencia en las zonas afectadas.