CIUDAD DE MÉXICO.- Coca Cola y Pepsi anunciaron que detendrán la distribución de bebidas en la Ciudad Altamirano, en el estado de Guerrero, ante las constantes extorsiones por parte del crimen organizado. Se han presentado también hechos de violencia contra los empleados de las multinacionales.
Roberto Álvarez, portavoz de seguridad del estado, se mostró alarmado ante el anuncio de las empresas y señaló: “hay que reconocer que el refresco forma parte de la dieta de todos nosotros, entonces imagínate, las dos principales empresas que se dedican a distribuirlos en toda región prácticamente se fueron, han cesado operaciones”, aseveró el funcionario.
En un comunicado de prensa PepsiCo México anunció que su embotellador Grupo Gepp “tomó la difícil decisión de suspender sus operaciones de distribución en la Ciudad Altamirano al no estar presentes las condiciones requeridas para la distribución de sus productos”, “PepsiCo respeta la decisión de Gepp”, reza el documento.
Como informó Último Cable en marzo pasado Coca Cola Femsa habría cerrado su planta de embotellamiento por los mismos motivos.
En ese entonces la compañía denunció que no había ley y prevalecía la impunidad en toda esa zona que durante mucho tiempo estuvo dominada por el cartel de los Caballeros Templarios, grupo que posteriormente se dividió para darle paso cartel La Familia que controla todo el estado.
Guerrero es un estado convulsionado por la violencia, el narcotráfico es su principal actividad económica. Campesinos y ciudadanos viven bajo el yugo de “los que imponen la ley”, aseguró Roberto Álvarez.