DAMASCO.- La cifra de muertos por los cohetes lanzados a la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, aumentó a por lo menos 11 personas, informó el lunes la agencia estatal de noticias Sana.
Según una fuente policial anónima citada por Sana, «grupos terroristas», el término utilizado para los grupos armados en la cercana provincia de Idlib, controlada por los opositores, lanzó el ataque el domingo por la noche.
Los ataques hirieron a otras 11 personas en el vecindario de al-Khaldiya, declaró la fuente de la policía, todos los cuales eran «civiles» que fueron «llevados» a dos hospitales separados para recibir tratamiento.
Agregó que uno de «varios cohetes» aterrizó en un mercado lleno de gente en Alepo, la segunda ciudad más grande del país y un importante centro industrial que sufrió durante la mayor parte de los años de lucha.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un monitor de guerra con sede en el Reino Unido, informó que Hay’et Tahrir al-Sham (HTS) lanzó los ataques, y agregó que 20 cohetes fueron lanzados contra varios vecindarios en Alepo. Agregó que cinco miembros de los servicios de seguridad estaban entre los muertos.
Idlib es el último bastión rebelde que queda en Siria, que se ha visto envuelto en una sangrienta guerra civil poco después de que comenzaran las protestas pacíficas contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad en 2011. Se lo ha denominado un «vertedero» para los evacuados, y actualmente está dominado por el exafiliado a al-Qaeda, HTS.
Las fuerzas del gobierno sirio lograron recuperar grandes extensiones de tierra de los combatientes opositores desde que Rusia intervino militarmente para el lado de las fuerzas de al-Assad en 2015.
Desde que Damasco recuperó el control de Alepo a fines de 2016, los grupos armados y combatientes rebeldes han atacado la ciudad de manera intermitente.
Las fuerzas de al-Assad han recapturado todas las áreas controladas por la oposición, excepto la provincia de Idlib y partes de las provincias vecinas de Hama, Alepo y Latakia. Desde septiembre, estas áreas han estado sujetas a un acuerdo ruso-turco que prevé la creación de una «zona desmilitarizada», lo que permite evitar una ofensiva gubernamental importante. Mientras Moscú apoya a al-Assad, Ankara ha apoyado a facciones del Ejército Sirio Libre, una entidad de grupos de la oposición.
A pesar del acuerdo, el gobierno de al-Assad ha reanudado sus mortíferos bombardeos en Idlib, mientras que los grupos armados, sobre todo HTS, han lanzado numerosos ataques contra posiciones controladas por el gobierno.