BOGOTÁ.— El presidente colombiano, Gustavo Petro, celebró la posible llegada de Tesla al país, una operación aún no confirmada oficialmente, pero que podría concretarse en noviembre durante el Salón Internacional del Automóvil en Bogotá.
El mandatario vinculó esta expectativa a la política de su Gobierno para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica y aplicar mayores aranceles a los vehículos de combustión.
Según los registros de la Cámara de Comercio de Bogotá, la filial Tesla Motors Colombia S.A.S. fue constituida el 4 de enero de 2024, con un capital suscrito de 10.000 millones de pesos. Sin embargo, la empresa aún no ha iniciado operaciones comerciales y continúa en etapa de trámites regulatorios.
La posible instalación de Tesla se interpreta como un gesto de confianza hacia la estrategia de industrialización verde que impulsa el Ejecutivo. Petro afirmó que “Colombia tiene un potencial de 180.000 vehículos eléctricos que podrían producirse localmente para el mercado interno y la exportación”.
La eventual llegada de Tesla coincide con el impulso del Gobierno a una política industrial que prioriza las energías limpias y la sustitución progresiva de los hidrocarburos.
El atractivo colombiano para la electromovilidad
Colombia se perfila como un destino atractivo por su acceso a minerales críticos —como el níquel y el cobre— y por su marco fiscal favorable a los vehículos eléctricos. Actualmente operan en el país empresas japonesas, chinas y francesas vinculadas a la producción de automóviles eléctricos e híbridos, lo que facilitaría la integración de nuevas marcas.
Fuentes del sector explican que el Gobierno planea elevar los aranceles a los automóviles de combustión para estimular la demanda de eléctricos, una medida que colocaría al país en línea con las metas de descarbonización regional.
La estrategia oficial apunta a convertir a Colombia en un centro regional de movilidad eléctrica, aunque los proyectos privados aún requieren mayor certidumbre regulatoria y estabilidad en los incentivos.
Retos y próximos pasos
La eventual llegada de Tesla plantea interrogantes sobre la infraestructura de carga, el suministro de energía limpia y la regulación del almacenamiento de baterías. Analistas advierten que el éxito de una inversión de esta magnitud dependerá del grado de estabilidad jurídica y del mantenimiento de estímulos sostenibles en el tiempo.
A falta de confirmación oficial por parte de la compañía estadounidense, el Gobierno colombiano mantiene su disposición a atraer inversiones tecnológicas que refuercen la competitividad y reduzcan las emisiones del parque automotor.
El proyecto de Tesla sigue en fase exploratoria, pero su sola posibilidad ha reactivado el debate sobre la política industrial verde en Colombia.
La expectativa por la entrada de Tesla refleja el interés internacional por el potencial del país en energías limpias y movilidad sostenible. Aun sin un anuncio formal, el debate abierto por Petro ha situado a Colombia en el radar de la industria global del automóvil eléctrico y ha reforzado el mensaje de una transformación económica en marcha.
