Complicado primer año para López Obrador

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CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador cumple este 1 de diciembre un año en la presidencia de México en medio del mayor estancamiento económico desde la gran crisis de 2009.

Tras tres trimestres consecutivo de crecimiento negativo el país azteca ha caído en recesión técnica y el propio Banco de México pronosticó crecimiento pero para el cierre del año al tiempo que ajustó su previsión para 2020 en solo un 1,3%.

Esto sumado a una violencia rampante que ha resultado ser un monstruo difícil de domar, constituyen los dos elementos centrales con los que se ha tenido que enfrentar Obrador al cumplir este domingo su primer año.

Este cóctel de acontecimientos, que algunos analistas califican con el lugar común de “tormenta perfecta”, se suma a otros problemas como una desocupación en ascenso, una caída en la inversión y un desplome en el sector industrial, especialmente en la sensible rama de la construcción.

Asimismo, el empleo no va mejor, solo entre enero y octubre se registró una caída del 30,8% respecto al mismo periodo del año pasado. El año que termina se perfila para ser ele por en generación y calidad de puestos de trabajo en una década, como resultado del nulo crecimiento, la desconfianza y la baja inversión.

En cuanto a la violencia, al menos 270.000 personas han muerto y unas 40.000 se encuentra desaparecidas desde que se inició la “guerra contra el crimen”, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, en 2006 y sólo durante los 10 primeros meses del año han muerto unas 30.000 personas y se han registrado al menos 10 masacres.

Los expertos estiman que la economía nacional “permanecerá en recesión por lo menos hasta finales de 2019” aunque en forma modesta.

Para enfrentar el riesgo de una crisis, el gobierno México renio una Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional, que ha estado vigente desde el 2009 por los próximos dos años.

Ademas, en vísperas de festejar su primer año en el poder, Obrador anuncio un ambicioso plan de 147 proyectos de infraestructura para “empujar” la economía con inversiones por 43.000 millones de dólares.