SEÚL.— Corea del Sur anunció este lunes que trabajará para levantar la prohibición impuesta por Estados Unidos a las importaciones de sal procedentes de la mayor granja de sal marina del país, al rechazar los hallazgos de la agencia de aduanas estadounidense que indicaban la existencia de trabajo forzado en la producción.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. emitió la semana pasada una orden para detener productos de la granja Taepyung, «basándose en información que indica razonablemente el uso de trabajo forzado», según un comunicado.
El Ministerio de Océanos y Pesca de Corea del Sur respondió este lunes que la medida estadounidense se produjo años después de que una organización activista presentara una petición en 2022.
La cartera afirmó que desde que se revelaron violaciones como el pago inadecuado a trabajadores en la granja, ubicada en el suroeste de la península coreana en 2021, ya se habían implementado medidas correctivas, y que los productos actualmente exportados a EE. UU. no se producen con trabajo forzado.
El ministerio aseguró que realiza encuestas anuales sobre la fuerza laboral en las granjas de sal, amplía el apoyo a la automatización para reducir la necesidad de mano de obra, y aplica otras medidas de mejora.
Los ministerios surcoreanos adoptarán las medidas necesarias para levantar la orden estadounidense y seguirán promoviendo los derechos humanos de los trabajadores de las salinas, agregó.
La granja de sal Taepyung afirmó en un comunicado que los problemas laborales del pasado estuvieron relacionados con un antiguo arrendatario en 2021, que fue expulsado forzosamente en 2023.
Desde 2025, indicó la empresa, tiene contratos de concesión con 25 arrendatarios, quienes producen sal cumpliendo con las leyes laborales vigentes.
Un funcionario de la compañía señaló que las operaciones producen alrededor de 15.000 toneladas de sal al año.