BOGOTÁ.- Hace 22 años hubo en Antioquia, Colombia una carnicería perpetrada por grupos paramilitares. Las masacres de San Roque, El Aro y la Granja, aterrorizaron a poblaciones enteras, fueron denunciadas por el defensor de los derechos humanos Jesús María Valle, quien señaló la responsabilidad por omisión del entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez.
Como una coincidencia más, Valle fue asesinado y ninguno de estos hechos se terminó de esclarecer para la justicia. Es por este motivo que la Corte Suprema de Justicia acaba de declararlos de lesa humanidad, lo que los convierte en imprescriptibles.
Un Tribunal de Medellin ya había solicitado en febrero que se investigue al líder del partido Centro Democrático por su presunta complicidad en las masacres ocurridas hace más de 20 años y sus lazos fraternales con estos grupos al margen de la ley. Por estos crímenes ya han sido condenados los exjefes paramilitares Carlos Castaño (ya muerto), Salvatore Mancuso, Ramiro Vanovoy y Francisco Villalba, dos de ellos implican a Uribe directamente en las masacres.
La matanza de La Granja dejó en 1996 cuatro personas muertas y decenas de desplazados, el año siguiente ocurrió en El Aro, donde hubo 15 víctimas mortales que fueron asesinadas de una manera atroz, y otra veintena de campesinos en estado de indefensión fueron despojados de sus bienes y desterrados de sus tierras.