WASHINGTON.- Estados Unidos expresó su decepción por la negativa de un tribunal turco a liberar a un empleado del consulado de Estados Unidos acusado de espionaje en un caso que ha dañado las relaciones entre Washington y Ankara.
En una audiencia celebrada el miércoles, se ordenó la detención de Metin Topuz, un traductor turco de la Administración de Control de Drogas en el consulado de Estados Unidos en Estambul, al menos hasta su próxima comparecencia ante el tribunal, programada para el 28 de junio.
«Decepcionados por el resultado de la audiencia de ayer en #Turquía», afirmó la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Morgan Ortagus, en un tweet. «No hemos visto evidencia creíble de ningún delito, sin embargo, el empleado de @ABDIstanbul, Metin Topuz, permanece en prisión. Una vez más instamos a las autoridades turcas a resolver este asunto de manera rápida, transparente y justa», continuó.
Topuz, quien ha estado recluido desde su arresto en 2017, es uno de los tres empleados del consulado de Estados Unidos que han sido acusados en casos penales de gran irritación en la relación entre los aliados de la OTAN.
Está en juicio por cargos de espionaje y enlaces a la red del clérigo Fethullah Gulen, que reside en Estados Unidos y es acusado por Turquía de planear un golpe de estado fallido contra el presidente Recep Tayyip Erdogan en 2016.
Washington y Ankara están enfrentados por una serie de problemas, entre ellos la política de Siria, la negativa de Estados Unidos a extraditar a Gulen y los planes de Turquía de comprar sistemas de misiles rusos.
La fiscalía acusa a Topuz de estar en contacto frecuente con los oficiales que lideraron una investigación de corrupción en Turquía en 2013, que el gobierno ha calificado como un «intento de golpe de estado judicial» por parte de la red de Gulen. Topuz niega los cargos y dice que no fue su decisión con quién entró en contacto a través de su trabajo.
Turquía acusó a otro empleado del consulado de Estados Unidos en marzo, también de estar vinculado a la red de Gulen. Un tercer empleado condenado por terrorismo fue liberado en enero debido al tiempo cumplido durante su juicio.
Desde el fallido golpe militar de 2016, Turquía ha detenido a 160.000 personas y despedido a casi la misma cantidad de funcionarios públicos por sospechas de vínculos con el intento de golpe, de acuerdo con la oficina de derechos humanos de Estados Unidos.