MADRID.- Las discrepancias entre las autoridades regionales de Madrid y el Gobierno de Pedro Sánchez sobre cómo contener el creciente número de contagios de coronavirus en la capital está provocando un creciente descontento entre los residentes de los barrios más desfavorecidos, que se sienten discriminados.
“No se ponen de acuerdo entre los políticos y los más afectados somos los pobres siempre”, asegura Daisy Mencía, una residente de Vallecas, que entra en su segunda semana de confinamiento parcial.
Madrid amplió el pasado viernes el cierre parcial a un total de 45 áreas de salud con altos índices de infección, la mayoría de las cuales se encuentran en barrios de baja renta, lo que ha desembocado en acusaciones de discriminación de clase.
Los líderes que gobiernan Madrid rechazaron de tajo la recomendación del gobierno central de reimponer las restricciones en toda la ciudad.
“El confinamiento total no es posible”, dijo Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista con la cadena de televisión Antena 3 este domingo. “Nos estamos arruinando (…) No sé cuántas empresas siguen perdiendo empleo y oportunidades cada día”, agregó.
Durante las últimas semanas, el gobierno nacional y regional han intercambiado sus posiciones sobre cómo gestionar la crisis, discutiendo sobre quien es responsable de cómo actuar ante el creciente número de contagios en Madrid y sus alrededores, llevando a nuevas cotas la marcada polarización política existente sobre gran parte de la gestión de la pandemia en los últimos meses.