BERLÍN.- La locomotora alemana se paró en el cuarto trimestre del 2019, con un crecimiento cero. Y así seguirá, débil, en el primer trimestre de 2020, presionado por la debilidad de las exportaciones y el brote del coronavirus en China, según un reporte del Bundesbank.
La mayor economía de Europa se estancó en el cuarto trimestre y se expandió apenas un 0,6% en el año pasado, ya que su vasto sector manufacturero cayó en recesión, propagando un ambiente sombrío por gran parte de la zona euro.
“Para el primer trimestre de 2020 no hay señales de un cambio fundamental en la economía alemana”, dijo el Bundesbank. “Con la aparición del coronavirus en China al comienzo de 2020 se ha agregado una nueva capa de riesgo”.
Uno de los problemas es que cuando Berlín se frena, el resto de los países se tambalea, porque el efecto de la cadena de valor de los productos, repartida en varios países europeos, se nota. Es por esto, que la eurozona acabó el último trimestre con un raquítico aumento del 0,1% de su riqueza.
El informe económico de este lunes agrega que el virus podría afectar la cadena de valor global, y provocar cuellos de botella en los envíos para las firmas germanas.
No obstante, la economía alemana seguirá sustentada por el consumo a nivel doméstico gracias al aumento de salarios, un fuerte sector de la construcción y un mercado robusto.
Pero por otra parte, la industria lastrará el crecimiento, incluso a pesar de que los indicadores de confianza en torno al cambio de año parecieron benignos, sugiriendo una leve mejora.