ANKARA.- La quinta cumbre bilateral sobre Siria finalizó sin avances sobre las diferencias que mantienen los mandatarios Recep Tayib Erdogan de Turquía, Vladimir Putin de Rusia y Hasan Rohaní de Irán, de la guerra en Siria.

En su discurso, Erdogan lamentó que hubiera cerca de mil víctimas civiles en los ataques del régimen desde abril, y anunció que “se ha acordado la necesidad de medidas concretas para proteger a los civiles”.

La prioridad de Ankara es evitar una nueva afluencia masiva de refugiados de Idlib, en el noroeste de Siria. “Estamos totalmente e acuerdo en buscar una solución política duradera para la unidad política y la integridad territorial de Siria”, dijo Erdogan, en una declaración televisada al inicio de la cumbre.

Por su parte, Putin expuso las dificultades de llegar a un acuerdo pacificador, al señalar que el pacto negociado el año pasado respecto a la desmilitarización de la zona “no incluye a los terroristas”.

“La región la controlan grupos conectados con Al Qaeda. No nos podemos quedar mirando ante esto. Continuaremos apoyando al ejército sirio en su lucha contra los terroristas”, aseguró Putin.

La postura de Rusia, es compartida por el presidente persa, Hasán Rohaní, quien expresó que “desafortunadamente hay terroristas en Idlib y en los últimos meses han ganado fuerza”.

La principal diferencia entre los mandatarios está en la propuesta de Ankara, que insiste en crear una zona segura en el noreste de Siria, la que se encuentra bajo el control de las milicias kurdosrias YPG.

Según Erdogan, allí se podrán asentar y se podrán enviar parte de los 3,6 millones de refugiados sirios que actualmente residen en Turquía. Algo con lo que Putín y Rohaní, que apoyan al gobierno de Al Assad, no están de acuerdo.

Rohaní piensa que la propuesta de Erdogan de enviar refugiados sirios a zonas que distan cientos de kilómetros de las regiones que son oriundos no es correcta. “Todos quieren volver a su propia casa, su propio pueblo, y tenemos que ayudarlas en esto”, señaló el mandatario iraní.

Irán ha sido un actor clave en la guerra en Siria, sin embargo durante los últimos meses han mantenido un perfil más bajo y se ha centrado en contrarrestar la participación israelí y estadounidense.